Una mercantil -dedicada a la intermediación de activos inmobiliarios- entiende que tiene interés legítimo para obtener la copia de una escritura por la que se venden unas participaciones sociales, ya que con ellos se instrumentaría de forma oculta el traslado de la titularidad real de una serie de fincas, que habían sido objeto de un acuerdo de intermediación de compraventa, con la finalidad de evadir el importe de la comisión pactada. Con independencia de que los negocios jurídicos contenidos en la escritura cuya copia se solicita pudieran constituir una actuación en fraude de ley, por una parte, no corresponde al notario su apreciación, sino a los órganos jurisdiccionales, dado que la buena fe se presume (artículos 6.4 y 7.1 del Código Civil).