RESOLUCIÓN AAM/1302/2011, de 6 de mayo, por la que se da publicidad a las instrucciones para la redacción de instrumentos de ordenación forestal correspondientes a fincas de titularidad privada.



El artículo 4.f) de la Ley 7/1999, de 30 de julio, del Centro de la Propiedad Forestal (DOGC núm. 2948, de 9.8.1999), en la redacción dada por la Ley 31/2002, de 30 de diciembre, de medidas fiscales y administrativas, establece que corresponde al Centro de la Propiedad Forestal la función de confeccionar y elaborar las directrices y las instrucciones técnicas de los instrumentos de ordenación forestal para las montes privados.

La Orden MAB/394/2003, de 18 de septiembre, por la que se regula el contenido, la aprobación, la revisión y el seguimiento de los planes técnicos de gestión y mejora forestal y de los planes simples de gestión forestal (DOGC núm. 3981, de 6.10.2003), establece la regulación de los instrumentos de ordenación forestal.

El Decreto 308/2011, de 5 de abril, por el que se derogan varias disposiciones reglamentarias referidas a las materias competencia del Departamento de Territorio y Sostenibilidad (DOGC núm. 5854, de 7.1.2011), deroga el artículo 17 y el anexo 2 del Decreto 328/1992, de 14 de diciembre, de aprobación del Plan de Espacios de Interés Natural.

Vistos los acuerdos del Consejo Rector del Centro de la Propiedad Forestal de 27 de enero de 2011 y de 28 de abril de 2011, por los que se aprueban las instrucciones para la redacción de los planes técnicos de gestión y mejora forestal, se adaptan las instrucciones para la redacción de los planes técnicos de gestión y mejora forestal y de los planes simples de gestión forestal al Decreto 308/2011, de 5 de abril, y se acuerda darles publicidad,

Resuelvo:

—1 Dar publicidad a las instrucciones para la redacción de los planes técnicos de gestión y mejora forestal y de los planes simples de gestión forestal correspondientes a fincas de titularidad privada, las cuales constan en los anexos 1 y 2 de esta Resolución.

—2 Estas instrucciones, con respecto a los planes técnicos de gestión y mejora forestal, serán de aplicación a los expedientes que se inicien a partir del día 1 de noviembre de 2011. Un expediente se considerará iniciado desde el momento de la presentación de la solicitud.

Los planes simples de gestión forestal se continuarán tramitando de acuerdo con las instrucciones aprobadas el 27 de agosto de 2009, a excepción de aquello que se refiere a la aplicación del Decreto 308/2011, de 5 de abril, por el que se derogan varias disposiciones reglamentarias referidas a las materias de competencia del Departamento de Territorio y Sostenibilidad.

Contra esta Resolución, que no agota la vía administrativa, se puede interponer recurso de alzada ante el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural en el plazo de un mes contado a partir de su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya.

Santa Perpètua de Mogoda, 6 de mayo de 2011

P. S. (Acuerdo de 24 de febrero de 2011)

Juan Luis Abián Perruca

Director gerente

Anexo 1

Índice de las Instrucciones para a la redacción de los planes técnicos de gestión y mejora forestal

Introducción

Proceso de redacción del PTGMF. Trabajo de campo: inventario o recogida de información.

Estructura del PTGMF

Capítulo 1. Situación legal y administrativa

1.1 Datos de la finca.

1.2 Datos del propietario, usufructuario y/o representante legal o gestor.

1.3 Datos registrales de las fincas.

1.4 Hoja resumen de las fincas.

Capítulo 2. Descripción de la finca y análisis de mercados

2.1 Datos físicos.

2.2 Clima.

2.3 Vegetación.

2.4 Fauna.

2.5 Infraestructuras.

2.6 Mercados forestales.

Capítulo 3. Gestión y aprovechamiento de los últimos años

3.1 Gestión de los últimos años.

3.2 Aprovechamientos de los últimos años.

3.3 Maderas, leña y corcho.

3.4 Pasto.

3.5 Caza.

3.6 Ocio.

3.7 Otros aprovechamientos.

Capítulo 4. Infraestructura de prevención y lucha contra incendios

4.1 Datos generales. Determinación del riesgo de incendio de la superficie ordenada.

4.2 Puntos de agua a menos de 5 km.

4.3 Infraestructura de prevención y lucha contra incendios en la finca.

4.4 Factores de riesgo e infraestructura necesaria contra incendios.

Capítulo 5. Funciones y objetivos de gestión

5.1 Objetivo preferente productivo.

5.2 Objetivo preferente ambiental.

5.3 Objetivo preferente social.

Capítulo 6. Parcelación

6.1 Unidades de actuación.

6.2 Justificación de parcelación.

6.3 Relación de las unidades de actuación y los polígonos y parcelas catastrales.

Capítulo 7. Características de la planificación

7.1 Características generales de la planificación de los aprovechamientos y modelos de gestión silvícola.

7.2 Características generales de la planificación de trabajos de mejora.

7.3 Características generales de la planificación de infraestructuras y otras actuaciones.

7.4 Características de la planificación de caminos.

7.4.1 Red viaria.

7.4.2 Planificación de los caminos de nueva construcción.

7.4.3 Valoración económica.

Capítulo 8. Programa de aprovechamientos y mejoras

8.1 Actuaciones programables.

8.2 Actuaciones no programables.

Capítulo 9. Resumen económico

Capítulo 10. Fichas descriptivas de las unidades de actuación

10.1 Ficha con inventario dendrométrico.

10.2 Ficha con estimación pericial.

10.3 Ficha con descripción forestal.

Capítulo 11. Cartografía

12. Anexos

13. Tabla de usos

Instrucciones

para a la redacción de los planes técnicos de gestión y mejora forestal

Introducción

Conceptos generales

El Plan técnico de gestión y mejora forestal (en adelante, PTGMF) se puede referir a una finca o a varias fincas de un solo propietario o a una agrupación de propietarios. La superficie mínima a partir de la que se puede ordenar mediante un PTGMF debe ser de 25 hectáreas.

Independientemente de si se trata de fincas y/o propietarios diferentes, para ordenar el conjunto de las superficies, los datos de la situación legal y administrativa y de las superficies de los diferentes titulares deben quedar diferenciados.

Presentación

Los PTGMF deben presentarse encuadernados y siguiendo el mismo índice y orden que este modelo de PTGMF. El número de ejemplares firmados será como mínimo de 4, pero podrá ser superior según las características de ubicación de la finca (finca en espacio protegido, diferentes términos municipales, etc.). Si la persona solicitante lo considera oportuno, puede presentar copia en soporte informático.

Para los PTGMF redactados con el programa MetaBosc, deberá presentarse una copia en soporte informático.

Vigencia

El Plan tiene una vigencia de diez a treinta años. Al finalizar la vigencia, el propietario podrá revisarlo para ser prorrogado. Esta revisión permite modificar los datos necesarios y ajustar mejor la gestión real a los objetivos y a los factores externos.

Asimismo, si la persona interesada lo solicita, se puede efectuar la revisión a partir del quinto año de vigencia. No obstante, podrá revisarse antes de dicho plazo por causas excepcionales que serán valoradas por el Consejo Rector del Centro de la Propiedad Forestal.

Firmas

Es necesario que las firmas consten en el balance económico, al final del documento y en las cartografías (situación, gestión y catastral).

Los PTGMF deben estar redactados y revisados por un facultativo forestal (ingeniero de montes o ingeniero técnico forestal) del que deberán constar sus datos, la firma y el número de colegiado.

Debe(n) firmar los PTGMF, obligatoriamente, el/los propietario/s de la finca o representante/s acreditado/s legalmente, el usufructuario, si procede, y el facultativo forestal redactor.

Proceso de redacción del PTGMF. Trabajo de campo: inventario o recogida de información

El equipo de redacción tiene que establecer una comunicación muy directa y fluida (de ida y vuelta) con la propiedad.

Se debe entender y orientar la redacción del PTGMF para describir y redactar un documento (planificación) de uso para la propiedad o gestor de la finca.

Este plan debe estar ajustado a las posibilidades que ofrece el estado forestal de la finca y las funciones que se quieren desarrollar, lo que debe permitir elaborar un diseño de trabajo y un presupuesto más ajustado (diferentes niveles o intensidades en el trabajo de campo).

Fases de trabajo:

1. Fase inicial.

Recopilación y análisis de la información disponible. Es muy importante el contacto y el debate con la propiedad o el gestor de la finca.

2. Fase de división por funciones.

Según las funciones productiva, ambiental o social, se debe efectuar una primera aproximación para determinar qué superficies pueden ser objeto de dichas funciones.

Esta fase se debe realizar a la vez que se interpretan, mediante el apoyo del ortofotomapa, la base topográfica, Google Earth, etc., las diferentes zonas de vegetación (preestratificación).

Esta estratificación de las zonas de vegetación se debe validar en campo, mediante el recorrido y la visita de las zonas.

Una vez determinado el estrado de vegetación y a partir de la función o funciones y el objetivo u objetivos preferentes que se quiere dar a la superficie ordenable, se zonificará para poder establecer la metodología de trabajo en la recogida de datos de campo y reunir toda la información básica para determinar los parámetros dendrométricos y/o descriptivos.

Dicha información, una vez elaborada, dará contenido a las fichas descriptivas de las unidades de actuación del PTGMF.

3. Fase de trabajo de campo.

La información se recopilará en cada zona identificada según el objetivo y la función preferente determinada y el estrato de vegetación (tipología del rodal).

La tipificación de las zonas forestales se realizará con la ayuda y a partir de lo descrito en el documento Orientaciones de gestión forestal sostenible de Catalunya (ORGEST)–Tipologías forestales arboladas. Las instrucciones están expuestas en la tabla de usos. La web del CPF permite consultar y descargar el documento.

La recogida de información o el inventario de campo se pueden realizar de tres formas distintas y según los objetivos preferentes y/o las actuaciones a desarrollar en las unidades de actuación.

El técnico redactor deberá plantear y justificar, según lo indicado anteriormente y de acuerdo con sus criterios como planificador, qué metodologías de trabajo de campo ha escogido para las distintas zonas de la superficie ordenada.

Así, podemos establecer tres niveles de inventario o recogida de información:

a) Inventario dasométrico:

Este inventario se establece para obtener información de los estratos donde se prevé efectuar un aprovechamiento forestal comercial.

Con la finalidad de decidir la metodología de trabajo de campo, se entenderán como aprovechamiento forestal comercial aquellas cortas que pueden representar un aprovechamiento de más de 25 m3/ha.

Hay que plantearlo, en general, en los casos siguientes:

Masas regulares: latizales con aprovechamiento comercial.

Masas regulares: aclareos en fustales, talas a matarrasa y/o de regeneración.

Cortas selectivas de masas irregulares y semirregulares con aprovechamiento comercial.

Adehesamientos con aprovechamiento comercial.

Alcornocales productivos.

La metodología de inventario será la descrita en el manual de redacción de los PTGMF y PSGF (la web del CPF permite consultar y descargar este documento), donde se determina la metodología de muestreo, así como los parámetros dendrométricos que deben tenerse en cuenta para completar la ficha descriptiva de las unidades de actuación de los PTGMF. El técnico redactor podrá presentar otra metodología de inventario siempre que justifique su validez en el capítulo 12: anexos del PTGMF.

Este parámetro se corresponde con el contenido del apartado 10.1 de estas instrucciones.

El manual también considera o distingue metodologías diferenciadas para los casos de plantaciones productivas, bosques de ribera productivos, alcornocales, etc.

b) Estimación pericial:

Esta recogida de información se manifiesta como una metodología óptima para ajustar los costes y trabajos de campo con relación a la información que se obtiene para poder tomar decisiones y planificar la gestión a efectuar en la finca.

Se puede utilizar, en general, para la obtención de información del estado forestal en aquellas formaciones donde se prevea efectuar trabajos y cortas de mejora, sin un aprovechamiento comercial explícito.

Las casuísticas más concretas en las que se establece este método de inventario o toma de información son las siguientes:

Masas regulares en estado de monte bravo o latizal bajo, o, incluso, latizal alto (en caso de aclareos no comerciales).

Cortas selectivas de mejora de masas irregulares y semirregulares sin aprovechamiento comercial.

Pastos con arbolado abierto.

Regeneración de alcornocales no productivos.

Masas heterogéneas (desestructuradas o sin gestión) cuando se desea iniciar una gestión mediante trabajos de mejora.

Estratos de vegetación o unidades de actuación singulares donde se desea efectuar actuaciones de mejora o conservación.

Adehesamientos sin aprovechamiento comercial.

Estratos de vegetación o unidades de actuación excluidos de intervención durante el periodo de vigencia del PTGMF.

El objetivo de esta metodología es obtener unos valores medios de referencia como estrato de vegetación (para una mejor interpretación, en determinados casos, se indicará un intervalo de valores).

Para realizar esta valoración se aprovechará el recorrido por el interior del estrato de vegetación, se estimarán los parámetros en diferentes puntos y se decidirán, finalmente, unos valores medios por estrato.

La precisión de la estimación depende de la pericia del observador. Para mejorar y ayudarse en la precisión de las estimaciones, resulta muy útil utilizar instrumentos de medida rápida, como el relascopio Bitterlich, la cinta diamétrica, la regla de Christen o el hipsómetro Vértex. Con este último pueden hacerse unas primeras aproximaciones para entrenar el ojo o medidas de comprobación.

El CPF facilita un manual de apoyo para la estimación pericial en el trabajo de campo que orienta en el momento de efectuarla, donde se indican los principales parámetros dendrométricos, las sugerencias y las formas de obtener la información en campo, y se propone un número de puntos de recogida de información por superficie de trabajo para que sea lo máximo de representativa (la web del CPF permite consultar y descargar este documento). Dicho manual incluye un modelo de ficha de campo para la estimación pericial.

Los parámetros forestales que se deben tener en cuenta están descritos en el apartado 10.2 de estas instrucciones.

c) Descriptivo:

Esta metodología de recogida de información se utilizará cuando no se considere necesario efectuar un inventario forestal, sino una descripción forestal.

Así, se pueden considerar las zonas con vocación de protección y conservación de elementos o espacios naturales/culturales de interés y otras asimilables.

Como información mínima descriptiva debe indicarse: tipología del estrato de vegetación o unidad de actuación; especies principales y acompañantes arbóreas y de sotobosque; descripción del estado forestal; elementos singulares presentes, elementos significativos de gestión de fauna, flora, etc.; elementos descriptivos vinculados a procesos erosivos o de conservación; otros.

Los parámetros forestales y la información descriptiva que debe tenerse en cuenta se desarrollan en el apartado 10.3 de estas instrucciones.

4. Fase de tratamiento de los datos muestreados en campo.

Para facilitar el tratamiento de los datos de campo con relación a la metodología de inventario dasométrico, se puede descargar desde la web del CPF el programa Lifor, edición Cataluña: aplicación para la realización de inventarios forestales.

Estructura del PTGMF. Trabajo de redacción

El PTGMF consta de tres apartados:

1. Descripción de los datos generales y de planificación de la superficie ordenada y fichas descriptivas de las unidades de actuación (capítulo 10).

2. Cartografía (situación, gestión y catastral) (capítulo 11).

3. Anexos (complementan o justifican la gestión planificada).

La cubierta debe contener los elementos básicos de identificación del PTGMF y los datos administrativos.

Cuando se trate de la revisión de un PTGMF, se incorporará el apartado introductorio de “Antecedentes”, donde se deberá indicar qué nivel de desarrollo tuvo la planificación en la superficie ordenada y si ha habido cambios en la parcelación y en los objetivos que, en caso de existir, se deberán justificar.

Los capítulos 1, 2, 3 y 4 definen las características legales, físicas productivas y de gestión desarrolladas en la finca y de su entorno físico y económico.

En el capítulo 5 se definen las funciones y objetivos preferentes de gestión de la finca.

El capítulo 6 está previsto para la descripción de la parcelación de la finca que se propone, con la finalidad de definir una gestión más ajustada del conjunto.

Los capítulos 7, 8 y 9 contienen un resumen de las actuaciones que se proponen, la programación de los aprovechamientos, red viaria y mejoras, y un resumen económico de la gestión descrita en el PTGMF.

El capítulo 10 incluye las fichas descriptivas de las unidades de actuación.

El capítulo 11 corresponde a la cartografía de la finca. Debe incluir un plano de situación a escala 1:50.000 o 1:25.000 (se debe cartografiar el acceso a la finca desde la red de carreteras general), un plano de gestión a escala 1:5.000 y un plano catastral.

Los anexos deben contribuir a hacer más comprensibles las propuestas de actuaciones planificadas y facilitarán el seguimiento al ejecutar el PTGMF.

El modelo de PTGMF previsto en estas instrucciones incorpora en los contenidos técnicos y descriptivos la información necesaria para acceder a la certificación forestal.

Capítulo 1. Situación legal y administrativa

1.1 Datos de la finca.

En este apartado, se debe señalar la información siguiente:

Nombre de la finca: nombre principal de la finca, aunque corresponda a varias unidades registrales con diferentes nombres.

Coordenadas UTM: para la localización cartográfica de la finca.

Término/s municipal/es a los que afecta la superficie ordenada.

Afectaciones (cargas registrales y otras).

Calificaciones especiales y superficie afectada: se debe indicar si la finca está incluida en un espacio protegido o zona de influencia, su régimen de protección (parque nacional, parque natural, paraje natural de interés nacional, reserva natural; debe especificarse si tiene un plan especial de protección vigente, si está en el PEIN, si es refugio de fauna salvaje o reserva nacional de caza, etc.) y la superficie y unidades de actuación afectadas. Asimismo, se debe indicar cualquier otra calificación especial de la finca (zonas de actuación urgente, zonas de alto riesgo de incendio, bosques protectores —incluyendo una copia de la declaración-, zonas de reforestación obligatoria, etc.) y sus limitaciones.

Si el propietario tiene suscrita una figura de concertación con la Administración pública sobre la superficie o parte de la superficie que se quiere ordenar, se deberá presentar una copia del documento y reflejar sus características para poder valorar su compatibilidad con los objetivos previstos en el PTGMF.

Si dicha compatibilidad se valora favorablemente, se comunicará al propietario para que incorpore una descripción técnica de los objetivos de la figura de concertación (capítulo 5).

Si la figura de concertación no es compatible con los objetivos del PTGMF, el propietario podrá optar por:

a) Solicitar la rescisión a la Administración competente, y así podrá incluir esta superficie dentro del ámbito para ordenar una vez se haya resuelto favorablemente la rescisión.

b) Mantener vigente la figura de concertación (en ese caso, se marcarán los límites de esta concertación en la cartografía y se indicarán las actuaciones que se prevé llevar a cabo).

Superficies: deben diferenciarse las superficies pobladas con especies arboladas y no arboladas, la superficie total forestal, la superficie no forestal, la superficie total de la finca y la superficie ordenada.

Teniendo en cuenta los límites definidos por el catastro, se determinará para el conjunto de la finca o fincas:

La superficie total de la finca: superficies agrícolas y forestales.

La superficie ordenada en el PTGMF: incluye la superficie catastral forestal, la catastral agrícola que actualmente tiene un uso forestal y la superficie de cultivo donde se planifique su forestación.

Los límites de la superficie catastral que se utilizarán como base para definir la superficie ordenada en el PTGMF se deben corresponder con los límites con formato vectorial de la Dirección General del Catastro. Los límites vectoriales de los polígonos, parcelas y subparcelas se pueden descargar en la página web de la Sede Electrónica de la Dirección General del Catastro (http://www.sedecatastro.gob.es/).

El CPF ha redactado el tutorial “Acceso a los datos catastrales y obtención del límite ordenado del IOF”, para orientar y facilitar las faenas del técnico redactor en la elaboración de la base cartográfica del PTGMF. La web del CPF permite consultar y descargar este documento.

Este valor puede ser inferior o igual a la superficie total de la finca y está formado por la suma de las superficies de las distintas unidades de actuación que se establezcan.

La superficie forestal, diferenciando la superficie poblada con especies arboladas de la superficie poblada con especies no arboladas. Estas superficies se indicarán a partir de las superficies delimitadas en la parcelación.

Diferencias entre el límite catastral y el límite declarado por la propiedad:

Este espacio opcional se ofrece en el documento para poner de manifiesto las diferencias detectadas entre el límite catastral y el límite declarado por la propiedad (superficies, incorrecta delimitación, etc.).

El límite declarado por la propiedad se corresponde con la delimitación (tomando como base los mojones u otros elementos distintivos) que la propiedad indica como propia y que se debería subsanar con relación a la delimitación catastral. Este límite declarado se deberá cartografiar en el plano de gestión.

Se pueden indicar descriptivamente las diferencias detectadas en el total de la finca y, de forma más específica, de cada una de las unidades de actuación determinadas en la planificación y/o de las diferentes parcelas catastrales afectadas.

1.2 Datos del propietario, usufructuario y/o representante legal o gestor.

Son propietarias las personas físicas, jurídicas, comunidades de bienes, herencias yacentes, sociedades civiles y figuras similares que hayan adquirido una propiedad para cualquier negocio entre vivos o mortis causa.

Las personas físicas, jurídicas, comunidades de bienes, herencias yacentes, sociedades civiles y figuras similares deberán indicar un representante, o bien un apoderado que estará legalmente acreditado.

Por “usufructuario” se entiende la persona con el derecho de usufructo sobre la finca que haya adquirido ese derecho por cualquier negocio entre vivos o mortis causa.

Como “gestor” se entiende la persona que trabaja directamente la gestión de la finca y se encuentra capacitada técnica y legalmente para resolver cualquier duda sobre las características de la finca y su gestión.

Cuando se trate de un PTGMF relativo a varias fincas o varios propietarios, los datos se indicarán de forma diferenciada.

1.3 Datos registrales de las fincas.

Para cada una de las fincas ordenadas, se deberán describir las diferentes unidades registrales que formen parte de ella.

1.4 Hoja resumen de las fincas.

Hay que presentar un resumen de las distintas fincas que forman parte de la ordenación del PTGMF, indicando si están afectadas por algún espacio protegido y sus superficies (ordenada, forestal y arbolada).

Capítulo 2. Descripción de la finca y análisis de mercados

2.1 Datos físicos.

En este epígrafe deben consignarse las altitudes máxima y mínima de la finca.

También es necesario indicar la tipología de relieve que domina en la zona ordenada, que haga referencia a red hidrográfica, desniveles, exposición principal, pendientes, etc., dando una clasificación del tipo cerro, abrupto, plano, fondo de valle, vertientes, etc. y las tipologías de las rocas madre presentes en la zona que se vaya a gestionar.

Asimismo es necesario describir aquellas zonas que presenten o puedan presentar estados o procesos erosivos importantes y las medidas para corregirlos.

2.2 Clima.

Los datos necesarios para cumplimentar este apartado son: pluviometría anual, vientos dominantes, temperatura media de las máximas del mes más cálido y media de las mínimas del mes más frío.

Estos datos deben obtenerse de los observatorios meteorológicos más idóneos, tanto en localización (teniendo en cuenta que presenten una altitud y orientación similar a la de la zona a ordenar) como en relación con los sistemas montañosos cercanos.

2.3 Vegetación.

Los datos de vegetación solicitados (arbóreos; arbustivos, herbáceos y fúngicos; estado sanitario) se limitan a una lista o descripción de las especies más representativas o más abundantes, protegidas o con una significación especial en la zona (especies amenazadas, bosques o árboles singulares, zonas de ribera, etc.).

2.4 Fauna.

Los datos de fauna solicitados se limitan a una lista o descripción de las especies más representativas o más abundantes, protegidas o con una significación especial en la zona (especies amenazadas).

2.5 Infraestructuras.

En este apartado debe consignarse la descripción de las infraestructuras viarias, indicando la longitud total de pistas, diferenciando entre pistas principales, pistas primarias, pistas secundarias y pistas de desembosque, especificando la longitud y la densidad en metros por hectárea, así como el resto de equipamientos que hay en la finca, como casas, viveros, etc.

2.6 Mercados forestales.

Los datos sobre los mercados forestales deberán incluir la localización (población) y la distancia a la finca de los mercados más cercanos de madera, leña, corcho u otros aprovechamientos.

Capítulo 3. Gestión y aprovechamientos de los últimos años

3.1 Gestión de los últimos años.

Se describirá la gestión desarrollada en la finca en los últimos años. En este primer apartado, se hará referencia a aquellos aspectos de gestión que no están directamente vinculados a la producción o los aprovechamientos forestales. Estos aspectos deberán ser descritos en su apartado específico.

3.2 Aprovechamientos de los últimos años.

Se describirán los diferentes aprovechamientos, con significado económico, desarrollados en la finca en los últimos años. Los aprovechamientos pueden hacer referencia a productos como la madera, la leña, la biomasa para uso energético, el corcho, etc., o bien a otros tipos de aprovechamientos o de gestiones con impacto económico, como los pastos, la caza, otros aprovechamientos no madereros y las actividades vinculadas al ocio.

3.3 Maderas, leña y corcho.

Debe consignarse el tipo de aprovechamiento llevado a cabo durante los últimos años para cada especie arbórea aprovechada (leña, madera o corcho), la gestión de la venta del producto (árbol en pie o cortado), el tipo de corta (a matarrasa o aclareo) y una estimación aproximada de la cantidad total obtenida en este período de tiempo, medida en m3 o toneladas.

Será necesario efectuar una valoración de la explotación en cuanto al balance de la gestión de los últimos años, las técnicas aplicadas en los trabajos forestales, las técnicas de desembosque, la gestión de los residuos no forestales, etc.

3.4 Pastos.

Debe indicarse el tipo de ganado (bovino, equino, ovino, caprino) y el régimen de explotación, es decir: si es propio o ajeno, la rotación, el número medio de cabezas, la época de pasto, la carga ganadera, la superficie total utilizada de pasto (si es propia o de fincas vecinas), la duración, la época de estancia en el bosque y si tienen complementos alimentarios. Asimismo, debe efectuarse una valoración de la explotación realizada.

3.5 Caza.

Se indicarán las características principales del aprovechamiento de la caza en caso de tener interés económico como, por ejemplo, las especies aprovechadas, las superficies y una cuantificación aproximada de las capturas realizadas a lo largo de los últimos años. Asimismo, se debe indicar el régimen al que se halla sometida la finca, de acuerdo con las leyes cinegéticas vigentes: caza libre, área privada de caza, refugio de caza, reserva nacional de caza, caza controlada, zona de seguridad, etc.

En el caso de área privada de caza, debe indicarse el número de registro y si es aprovechado directamente por el propietario o bien se halla en régimen de concesión a un particular o a una sociedad de cazadores.

Asimismo, debe indicarse si hay algún plan cinegético y si puede significar alguna limitación en el ámbito de la gestión forestal que pueda condicionar la ejecución o la planificación de actuaciones.

3.6 Ocio.

En este apartado se indicarán aquellas actividades que hayan tenido un interés económico significativo a lo largo de los últimos años, tanto positivo por las rentas obtenidas de la actividad como negativo por el deterioro o las pérdidas de rendimiento que haya podido provocar.

También se hará constar si en la finca hay alguna instalación permanente destinada al ocio, como áreas forestales recreativas, campings-masía, zonas de acampada o picnic, pequeñas instalaciones deportivas, etc.

3.7 Otros aprovechamientos.

Se indicarán aquellos aprovechamientos llevados a cabo los últimos años, no descritos anteriormente, que por su continuidad o importancia económica se considere conveniente mencionar y describir. Como aprovechamientos más habituales correspondientes a este apartado se pueden mencionar las setas, las zonas de recogida de trufa reservada, las piñas o las castañas.

Capítulo 4. Infraestructura de prevención y lucha contra incendios

4.1 Datos generales. Determinación del riesgo de incendio de la superficie ordenada.

Para definir el riesgo de incendio de la finca, se partirá de dos fuentes de información:

Una primera fuente de información es el Mapa de peligro básico de riesgo de incendio forestal de Cataluña, definido por el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda. El mapa indica si el nivel es muy alto, alto, moderado o bajo, según el municipio o municipios donde esté la propiedad.

Una segunda fuente de información es el Mapa de riesgo de incendio tipo de Cataluña, que permite identificar las áreas del territorio más vulnerables a los grandes incendios forestales. Esta información se describe en las Orientaciones de gestión forestal sostenible de Cataluña: herramientas para la integración del riesgo de incendio de grandes incendios forestales en la gestión forestal (la web del CPF permite consultar y descargar dicho documento.)

Para asignar el valor de riesgo de incendio tipo a las diferentes zonas, se utilizan los factores siguientes: incendio tipo; periodicidad del fuego; características territoriales, de paisaje y climáticas, junto con la tipología de vegetación.

El Mapa de riesgo de incendio tipo para Cataluña identifica aquellas áreas de Cataluña con más riesgo de que se produzca un incendio tipo, e incorpora información sobre el tipo de fuego más probable que se puede dar y sus principales características de comportamiento, patrón de propagación y posibilidades de control.

Se trata de un mapa que responde al actual contexto de territorio y paisaje forestal y que podrá ser adaptado en el futuro, a medida que se produzcan cambios importantes en el paisaje y en la configuración estructural de los bosques de Cataluña. Así, por ejemplo, los fuegos de convección caracterizados por velocidades de propagación e intensidades de frente elevadas, cuyo potencial es determinado por la continuidad de combustible y la duración del episodio sinóptico, se concentran en aquellas zonas con gran continuidad de bosques y estructuras forestales con acumulación y continuidad vertical de combustible, sobre todo sobrevenida en las últimas décadas. En estos casos, con la gestión forestal se puede retornar a paisajes más resistentes a los incendios forestales y modificar el nivel de riesgo de incendio tipo en zonas actualmente afectadas por incendios de convección.

Este mapa diferencia 4 niveles de riesgo: muy alto, alto, moderado y bajo.

Otro bloque de información de este epígrafe describe la incidencia de los incendios forestales en la misma finca en los últimos veinte años. Describe para las diferentes fincas ordenadas el año y la superficie (hectáreas) afectada, y efectúa una valoración de la afectación (estado actual de regeneración, inicio de procesos erosivos, etc.).

Si se pertenece a una agrupación de defensa forestal (ADF), debe indicarse el número de inscripción.

Es necesario indicar, asimismo, si la superficie ordenada está afectada por un plan de prevención de incendios municipal (PPI) o por un perímetro de protección prioritaria (PPP).

4.2 Puntos de agua a menos de 5 km.

Se deben consignar los puntos de agua que hay en los alrededores a no más de cinco kilómetros de la finca, siempre que sean accesibles y utilizables en la extinción de incendios forestales con los medios habituales. Concretamente, se solicita el número de cursos permanentes de agua y su longitud (m), el de estanques y balsas y su capacidad (m3) y el de hidrantes. En todos estos casos, debe indicarse las coordenadas UTM de localización, la accesibilidad, el volumen de agua (m3) y la distancia media que los separa de la superficie ordenada.

La información de este bloque se completa con una breve descripción del material y del equipo disponible en la ADF para la lucha contra incendios.

4.3 Infraestructura de prevención y lucha contra incendios en la finca.

En este epígrafe, se debe consignar la infraestructura para la prevención y la lucha contra incendios disponible en la finca y sus características básicas. Concretamente, se solicita el número de cursos permanentes de agua y su longitud (m), el de estanques y balsas y su capacidad (m3) y el de hidrantes. En todos estos casos, debe indicarse las coordenadas UTM de localización, la accesibilidad y el volumen de agua (m3). Debe indicarse la presencia de líneas de defensa.

También se debe indicar la presencia de infraestructuras cortafuegos.

La información de este bloque se completa con una breve descripción del material y del equipo disponible para la lucha contra incendios en la superficie ordenada.

4.4 Factores de riesgo e infraestructura necesaria contra incendios.

Debe redactarse una lista de los puntos de alto riesgo de incendio, como vertederos incontrolados o no condicionados, vías de ferrocarril, áreas de picnic espontáneas u ordenadas de manera inadecuada, líneas eléctricas, etc. (de acuerdo con su importancia, deberán quedar reflejados en la cartografía).

En el último bloque de este epígrafe se deben proponer las mejoras de infraestructura necesarias para incrementar la eficacia de la prevención y de la extinción de los incendios forestales.

Capítulo 5. Funciones y objetivos de gestión

Los espacios forestales y sus bosques son multifuncionales, es decir, aportan simultáneamente diferentes funciones (bienes y servicios) a la sociedad.

Estas funciones pueden clasificarse en tres categorías:

Productivas. Aquellas que pueden obtener bienes a precio de mercado sin comprometer la conservación de las masas.

Ambientales. Aquellas actuaciones que de forma directa o indirecta favorecen la regulación del régimen hídrico, la atenuación de procesos erosivos, la fijación de CO2, la reserva de la biodiversidad, la mejora de estructuras de masas para grandes incendios forestales, etc. Es decir, se obtienen productos de uso indirecto o de no uso.

Sociales. Se obtienen bienes que aportan bienestar directo y que se asimilan a bienes públicos de uso indirecto.

De esta forma podemos determinar, a partir de estas funciones, unos objetivos preferentes o principales para la superficie que se debe ordenar o para partes de dicha superficie.

Estas funciones preferentes se desarrollarán con unos objetivos preferentes de gestión (productivo, ambiental y social) para las diferentes unidades de actuación.

5.1 Objetivo preferente productivo.

En este apartado se agrupan los diferentes objetivos productivos de la finca.

Los principales productos son: madera, corcho, pasto, leñas, etc. También se pueden considerar otras producciones, como la biomasa para uso energético o los aprovechamientos no madereros (trufa, setas, piñas, castañas, caza, etc.).

Se debe entender que los objetivos productivos serán los que determinarán la función principal. Sin embargo, eso no significa que, por ejemplo, un objetivo de producción y uno de prevención de incendios no se desarrollen a la vez en una misma unidad de actuación. Es decir, la función determinará el objetivo preferente o preponderante, el cual a su vez determinará un modelo de gestión a desarrollar para obtener un producto o aprovechamiento concreto y, al mismo tiempo, una estructura de masa óptima para hacer frente a los incendios. Así, los modelos de gestión harán compatibles a la vez el objetivo de producción y los otros objetivos que se determinen para la gestión de la masa forestal.

Es necesario identificar en qué unidades de actuación se planifica desarrollar los objetivos.

5.1.1 Descripción de contenidos para los productos de madera, corcho, leña, biomasa para uso energético, etc.

La descripción de los objetivos dependerá de dos factores básicos: de las características de la estación con la vegetación actual y potencial y de la propiedad en lo referente a su dedicación y aspiraciones.

La altitud, las pendientes, el tipo y el grosor del suelo y las condiciones climáticas son datos que definen la capacidad productiva de un terreno forestal (estación).

La elección de objetivos se basará fundamentalmente en la vegetación y en las posibilidades de obtener unos productos. Asimismo, la estructura de la masa y la ubicación de la finca en el contexto territorial pueden ser elementos decisivos para determinar un uso preferente productivo pero que se modelice teniendo en cuenta el riesgo de incendio.

Según cuál sea la especie y el estado actual de la masa, se podrán obtener productos diversos, que serán más o menos fáciles de obtener.

Una vez definidos estos objetivos, se deben precisar las definiciones que afectan al futuro de la masa forestal a medio-largo plazo, como:

Elección del producto. Se debe/n indicar el/los producto/s que se quiere/n obtener y su destino.

Elección de especie o especies. Se debe distinguir qué especies deben ser objeto de una gestión continuada a lo largo del tiempo (principales) y qué otras se deben respetar al hacer las cortas por motivos diversos (asociadas a la principal, con objetivo económico o estético, protegidas, etc.) (secundarias).

Criterio de corta (edad y diámetro), según el tipo de producto y/o criterio tecnológico.

Elección del tratamiento de la masa, según el bosque que se desea obtener: bosque alto (de semilla), bosque medio o bosque bajo (de rebrote) con estructuras: regular, irregular o semirregular.

La elección del tratamiento está condicionada a las características de la especie, particularmente a su tolerancia o capacidad de regeneración, su situación y el estado actual de la masa arbórea.

El tratamiento condiciona la organización del tiempo de las cortas y, por lo tanto, la percepción de rentas.

5.1.2 Descripción de contenidos para el aprovechamiento del pasto.

Para la gestión de pastos, se deben definir algunos parámetros básicos:

Tipo de pasto (descripción y cuantificación de la superficie aprovechada) y principales especies herbáceas.

Tipo y características de aprovechamiento.

Carga ganadera, superficie de pastos, duración y época de estancia en los prados y en el bosque.

Si se considera alguna transformación a pasto, o adehesamientos y/o roturación para ampliar la superficie de pasto.

5.1.3 Descripción de contenidos para aprovechamientos no madereros (trufa, setas, piñas, castañas, caza, etc.).

Para la gestión de terrenos forestales destinados a la producción de trufa, setas, piñas, castañas y otros, es necesario efectuar una descripción y cuantificación de la superficie ordenada, las especies forestales consideradas para cumplir el objetivo y el criterio de gestión y tratamiento de las especies objetivo.

Para la gestión de terrenos forestales destinados a aprovechamientos cinegéticos, deben tenerse en cuenta las condiciones del hábitat necesarias para favorecer la alimentación, el refugio y la reproducción de la especie o especies que se pretende desarrollar.

Las dimensiones de la masa forestal y el tratamiento serán muy diferentes si se trata de caza mayor o de caza menor.

5.2 Objetivo preferente ambiental.

Aglutina objetivos o métodos de gestión dirigidos a desarrollar actuaciones de mejora de estructuras forestales:

Mejora de la estructura de la masa forestal: resistencia y resiliencia.

Recuperación de las masas ante catástrofes.

Gestión para minimizar procesos erosivos.

Gestión para la recuperación y la potenciación de especies de flora y fauna.

Gestión para la mejora de las masas forestales contra GIF.

Gestión para la prevención de incendios.

Otros.

5.2.1 Descripción de contenidos.

Se debe identificar en qué unidades de actuación se planifica desarrollar los objetivos.

La altitud, las pendientes, el tipo y grosor del suelo y las condiciones climáticas son datos que definen la capacidad del terreno forestal (estación).

La elección de objetivos de gestión se basará fundamentalmente en la vegetación y en sus potencialidades, el riesgo de incendio y la vulnerabilidad de la masa actual, la recuperación de espacios para la mejora del hábitat por especies, etc.

Según la especie y el estado actual de la masa, se podrán obtener estructuras de masa y, en ese caso, productos a medio y largo plazo.

Una vez definidos estos objetivos, deben precisarse las definiciones que afectan al futuro de la masa forestal a medio-largo plazo, como:

Elección de especie o especies. Se debe distinguir qué especies deben ser objeto de una gestión continuada a lo largo del tiempo (principales) y qué otras se deben respetar al hacer las cortas por motivos diversos (asociadas a la principal, con objetivo económico o estético, protegidas, etc.) (secundarias).

Criterio de corta (edad y diámetro), según el tipo de producto y/o criterio tecnológico.

Elección del tratamiento de la masa, según el bosque que se desea obtener: bosque alto (de semilla), bosque medio o bosque bajo (de rebrote) con estructuras: regular, irregular o semirregular.

5.3 Objetivo preferente social.

Agruparía objetivos o métodos de gestión dirigidos a desarrollar actuaciones con estas finalidades:

La valorización del paisaje y de los elementos naturales y culturales singulares.

La gestión para la preservación de masas o espacios forestales.

Los usos recreativos y de ocio que pueda ofrecer el entorno forestal.

Otros.

Los usos terciarios son una actividad cada vez más relevante en la gestión de determinadas fincas forestales, que muchas veces se considera complementaria de la actividad estrictamente productiva de la finca.

Asimismo, determinados elementos singulares, de paisaje o culturales pueden justificar una gestión para su preservación, mantenimiento y/o mejora que rehúye los planteamientos de gestión clásicos o más productivistas.

Se debe identificar en qué unidades de actuación se planifica desarrollar estos objetivos de gestión.

Para la gestión de los terrenos forestales, se deberá hacer una descripción y una cuantificación de la superficie ordenada, las especies forestales consideradas para lograr el objetivo, el criterio de gestión y el tratamiento de las especies objetivo, así como aquellas descripciones que se consideren esenciales para la consecución de estos objetivos.

Capítulo 6. Parcelación

Se consideran dos clases distintas de unidades de actuación: las parcelas, que son unidades permanentes y se designan mediante un número (1, 2, 3, etc.) y las subparcelas, que se establecen por un periodo igual a la duración del PTGMF y a las que se asigna un subíndice (1b, 2b, 3b, etc.).

En el momento de definir las unidades de actuación, es necesario tener en cuenta dos criterios básicos:

Estabilidad. Se deben definir claramente las parcelas para facilitar la gestión y el seguimiento de los resultados a largo plazo. La estabilidad de las parcelas se consigue tomando como límites líneas de carácter permanente, como por ejemplo accidentes geográficos, crestas, rieras, caminos, etc.

Homogeneidad. Las características físicas del medio (altitud, pendiente, exposición, profundidad del suelo, etc.) deben ser homogéneas para evitar diferencias en la capacidad productiva dentro de una misma parcela. Esta homogeneidad se debe producir en las características de la vegetación o masa forestal, en los aspectos que hacen referencia a la especie o especies, edad y densidad del arbolado.

Dado que en determinados casos será complicado compatibilizar homogeneidad y estabilidad, se pueden subdividir las parcelas en unidades inferiores que denominaremos subparcelas. Mediante la definición de subparcelas, la finca debe estar compuesta por unidades homogéneas.

Los parámetros principales que se deben considerar para evaluar la homogeneidad de la gestión son relativos al medio físico (altitud, pendiente, orientación y características del suelo) y a la vegetación (composición específica, estado de la vegetación, calidad de la madera, regeneración y densidad y composición del bosque).

Es necesario diferenciar de manera explicita en la parcelación las zonas de vegetación de ribera en una o varias unidades de actuación (según sus dimensiones y disposición), así como las zonas de plantación con especies de crecimiento rápido.

6.1 Unidades de actuación.

Para cada unidad de actuación, se deben indicar las superficies ordenada, forestal y arbolada y la tipología forestal arbolada correspondiente.

Se deben definir las características del suelo, que normalmente serán homogéneas para un grupo de unidades de actuación. Se deben definir, pues, las características para toda la finca con la referencia de las unidades de actuación donde se puede encontrar una tipología de suelo homogéneo.

Como resumen de las características de la parcelación, es necesario consignar los valores de las superficies de las unidades de actuación mayor y menor y la media de las superficies de todas las unidades de actuación, así como la cifra de unidades de actuación resultantes.

6.2 Justificación de parcelación.

Es necesario justificar los criterios y condicionantes con los que se ha realizado la parcelación.

En caso de que haya zonas con evidentes déficits de nutrientes en el desarrollo de la flora, motivados por problemas del suelo, y que se prevean actuaciones de mejora de manera específica, será necesario que quede reflejado en la parcelación y claramente justificado.

6.3 Relación de las unidades de actuación y los polígonos y parcelas catastrales.

Es necesario que consten todas las parcelas catastrales incluidas en la ordenación del PTGMF (parcelas forestales, agrícolas con uso forestal y agrícolas donde se prevé forestar), indicando el municipio, el polígono, la parcela y la superficie.

Así mismo, será necesario relacionar estas parcelas con la unidad de actuación o unidades de actuación donde queden ordenadas.

Capítulo 7. Características de la planificación

7.1 Características generales de la planificación de los aprovechamientos y modelos de gestión silvícola.

Los modelos y orientaciones de gestión se determinan bajo la premisa de asegurar la sostenibilidad de la gestión, y, a pesar de estimar unos objetivos preferentes (producción, prevención de incendios, etc.), también se considerarán a la vez otras funciones del bosque para conseguir la gestión multifuncional y ambientalmente óptima.

Dada la importancia de fijar objetivos concretos en la gestión de un espacio forestal, los modelos de gestión deben definirse en relación con los objetivos preferentes definidos anteriormente.

En la definición de los modelos de gestión, se debe cuantificar la evolución de las masas, teniendo en cuenta su aplicación práctica:

Deben ser aplicables a superficies con características ecológicas y de masa suficientemente homogéneas y con un mismo objetivo de gestión.

Deben definirse teniendo en cuenta que la masa se encuentra en espesor completa y que no hay condiciones especiales que puedan condicionar el modelo de gestión (pendientes muy fuertes, afloramiento de rocas, etc.), que indicarían que en estas zonas quizá es necesario definir otro objetivo y/o modelo de gestión.

El modelo se definirá teniendo en cuenta la aplicación de este modelo desde el inicio de la masa. Según como se asimile la situación actual forestal de la masa, se podrá aplicar más fácilmente. Si se dan importantes diferencias del estado forestal, será necesario plantear el tratamiento de transición para acercar progresivamente la masa al modelo.

Debemos visualizar los modelos como una aproximación teórica hacia las características de masa que tenemos y que queremos conseguir. Además, en el caso de las masas productivas, se valora una producción a medio y largo plazo de aprovechamiento. Cualquier cambio en la cronología de los tratamientos establecidos en tipo, intensidad y periodicidad provocará unas variaciones más o menos importantes respecto a los objetivos y valores esperados.

Los modelos de gestión se deben utilizar teniendo en cuenta que son una orientación y su aplicación no exime de tener un buen conocimiento sobre la ecología de la zona y la silvicultura de las especies objeto de gestión, y además se debe interpretar si se debe adaptar el modelo a las condiciones reales de las unidades de actuación en el momento de actuar.

Cuando el modelo de gestión silvícola se corresponda con los descritos y codificados en los documentos Orientaciones de gestión forestal sostenible de Cataluña (ORGEST): manuales de especies forestales (pino silvestre, pino carrasco, encina, pino negral, etc.), se indicará el código establecido en el documento para relacionar la descripción del documento ORGEST con el PTGMF. Esta información se hará pública en la web del Centro de la Propiedad Forestal, donde se podrá consultar y descargar.

La información básica para describir los modelos y características generales de la gestión de las especies objetivo se determinará mediante varios parámetros, descritos a continuación.

En el caso de un bosque regular, se deben especificar los datos siguientes:

El turno y/o edad de corta, igual al tiempo transcurrido desde el nacimiento de un árbol o de una masa hasta que se puede llevar acabo el aprovechamiento. En el caso de los alcornocales, el turno será el plazo entre pela y pela. En el caso de objetivos ambientales, se puede determinar un turno fisiológico de especie.

La organización de las cortas a lo largo del tiempo: aclareos y cortas finales (se debe describir el método de regeneración escogido).

La evolución de la densidad del arbolado a lo largo del turno (régimen de aclareos).

En el caso de un bosque irregular, se deben consignar los parámetros que se citan a continuación:

El diámetro de corta y/o edad.

La distribución diametral ideal, así como su área basal.

La densidad de la masa arbolada.

La rotación o periodicidad de las cortas en una misma superficie.

En ambos tipos de bosque, se deben indicar, además, los criterios de corta (periodo, selección de árboles, etc.) y las normas de control y mejora de la regeneración natural.

Así mismo, según los objetivos preferentes planteados que comporten otros métodos de planificación de las masas forestales, se deberá justificar mediante los parámetros que se consideren más oportunos y claros para la gestión propuesta.

7.2 Características generales de la planificación de trabajos de mejora.

Descripción de todos los trabajos de mejora silvícola que se prevén realizar, de acuerdo con los objetivos preferentes y la planificación de aprovechamientos o gestión de mejora prevista.

Estas tareas normalmente serán de carácter inversor, como por ejemplo: desbroces, cortas no comerciales, podas, tratamientos fitosanitarios, mantenimiento de plantaciones, trabajos de mejora de arbolado o elementos singulares, etc.

7.3 Características de la planificación de infraestructuras y otras actuaciones.

Descripción del estado actual de la infraestructura de la finca y la necesidad de mantenerla o incrementarla.

Se debe describir claramente las características de construcción y acondicionamiento de puntos de agua previstos para la prevención de incendios (los cuales deben garantizar el acceso de helicópteros y camiones), el mantenimiento o abertura de líneas de defensa contra incendios (cortafuegos, franjas de protección…), etc.

En cuanto a la abertura de líneas de defensa especificas para la prevención de incendios, se debe diferenciar cada una de ellas con la simbología T seguida de un número, de acuerdo con la cantidad total que se haya previsto realizar y las que existan. Se deberá describir el objetivo de su planificación y las características de ejecución y mantenimiento para realizar una correcta valoración y seguimiento. Esta diferenciación debe corresponderse con las delimitaciones realizadas sobre la cartografía de gestión.

En el caso de planificar roturaciones, se debe diferenciar cada una de ellas con la simbología R, seguida de una cifra de acuerdo con la cantidad total que se haya previsto realizar. Esta diferenciación se debe corresponder con las delimitaciones efectuadas sobre la cartografía de gestión.

En cuanto a la planificación de zonas donde se prevé transformar el estado actual forestal para transformarlo en pastos, se diferenciarán una a una, tanto en el documento como en la cartografía de gestión, con el símbolo P seguido de una cifra.

Para realizar una descripción técnica de las roturaciones y de las transformaciones en pasto planificadas, se debe presentar una ficha normalizada en forma de anexo para cada una de las zonas diferenciadas por su código. Estas fichas permiten efectuar una descripción del objetivo de su planificación y las características constructivas para realizar el correcto seguimiento en la ejecución.

Se debe señalar que las transformaciones en pasto y las roturaciones previstas deben estar planificadas y señaladas en las unidades de actuación que se hayan definido, pero que no forman unidades de actuación diferenciadas.

7.4 Características de la planificación de caminos.

Este apartado se estructura en tres partes: la descripción de toda la red viaria (la existente y la proyectada), la descripción de las normas técnicas de acondicionamiento y construcción y su valoración económica.

7.4.1 Red viaria.

Se debe efectuar una relación de todas las infraestructuras viarias de la finca, diferenciando mediante una codificación los 4 modelos de vías previstas en la planificación de los PTGMF.

Deberá realizarse la diferenciación siguiente:

Caminos principales. Se diferenciarán con la simbología PR, seguida de la cifra que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de la vía) y la letra E o P, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

Caminos primarios. Se diferenciarán con la simbología PM, seguida de la cifra que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de la vía) y la letra E o P, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

Caminos secundarios. Se diferenciarán con la simbología SC, seguida de la cifra que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de la vía) y la letra E o P, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

Caminos de desembosque. Se diferenciarán con la simbología DB, seguida de la cifra que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de la vía) y la letra E o P, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

La numeración en cada una de las categorías de caminos será correlativa: se iniciará por los existentes y continuará con los proyectados.

Esta codificación de la diferente tipología de caminos existentes y/o proyectados en la finca deberá corresponderse con la cartografiada en el mapa de gestión.

Así mismo, debe constar qué densidad viaria existente y proyectada (en m/ha) se considera en la ordenación del PTGMF.

7.4.2 Planificación de los caminos de nueva construcción.

De acuerdo con la relación de caminos proyectados para los distintos tipos de vía, en cada uno de ellos se debe indicar el año previsto de su ejecución, la medición (en metros) y una descripción de las observaciones que se crean oportunas (camino en EIN, particularidades constructivas, etc.).

Para realizar una descripción técnica de los caminos de nueva construcción planificados, se deberá presentar una ficha normalizada como anexo para cada una de las tipologías de pistas proyectadas diferenciadas por el código que corresponda. Estas fichas permiten describir las características técnicas de construcción y de acondicionamiento de los distintos tipos de viales proyectados, para poder realizar un correcto seguimiento en su ejecución (la página web del CPF permite consultar y descargar estos modelos de fichas).

7.4.3 Valoración económica.

En relación con los caminos proyectados de nueva construcción, se debe efectuar una valoración económica. Además, se debe diferenciar la valoración de cada uno de los caminos, la medición, el concepto que genera el ingreso o coste y su precio compuesto, así como el total resultante de la suma del ingreso y el gasto. Así mismo, se debe presentar un balance del conjunto de caminos proyectados.

Capítulo 8. Programa de aprovechamientos y mejoras

8.1 Actuaciones programables.

Son aquellas que de forma obligada, tomando como base los objetivos y la planificación de aprovechamientos para la superficie ordenada, se deben planificar a lo largo de la vigencia del PTGMF.

En primer lugar, se deben indicar los años que corresponden a cada prioridad, empezando por el año de inicio del PTGMF. Se usan para esta finalidad las casillas de debajo del dígito que indica la prioridad.

Se debe consignar la unidad de actuación donde se actuará, las actuaciones previstas y el año que se ha previsto para la ejecución del trabajo. Las actuaciones se deben planificar en los años en que se considere más probable y conveniente su realización, según criterios silvícolas y económicos.

Cada actuación prevista tiene una flexibilidad de ejecución que depende del grado de prioridad. En el caso de un PTGMF con una vigencia de 30 años, la prioridad 1 corresponderá a los primeros 5 años; la 2, a los diez siguientes; y la 3, a los últimos quince.

Dado que la flexibilidad se considera una característica básica de la planificación forestal, las actuaciones planificadas para cada apartado tienen un carácter orientativo, de manera que se pueden desplazar dentro del periodo que comprende cada apartado. Además, se acepta una tolerancia adicional máxima de dos años para aquellas actuaciones que limiten entre las prioridades citadas (avanzándolas o retrasándolas cronológicamente).

Como actuaciones programables, se deben considerar las siguientes:

Aprovechamientos y mejora. Aclareo; aclareos de mejora; corta selectiva; corta preparatoria; corta aclaratoria; corta diseminadora; tala a matarrasa; corta final; corta sanitaria; corta de vegetación afectada por nevadas; corta de vegetación afectada por incendios; corta de vegetación afectada por ventadas; corta de vegetación afectada por sequía; corta de vegetación afectada por granizo; corta de mantenimiento de infraestructuras y elementos singulares; desarraigo de árboles y arbustos.

Corcho. Descorche; desbornizado.

Plantaciones. Reforestación por plantación; reforestación por siembra, forestación por siembra.

Infraestructuras. Construcción de caminos principales; construcción de caminos primarios; construcción de caminos secundarios; construcción de caminos de desembosque; abertura de líneas de defensa; construcción de puntos de agua.

Cambio de uso. Transformación en pastos; adehesamiento; roturaciones.

8.2 Actuaciones no programables.

A partir de los objetivos y de las características generales de la planificación, se considera diferenciar algunos de los trabajos de mejora silvícola o de infraestructuras como actuaciones que se deben realizar en la superficie ordenada. Así, las actuaciones no programables serán aquellas que se realizarán durante la vigencia del PTGMF, que no se concretarán en una unidad de actuación concreta ni en un año determinado.

Estas actuaciones deben estar claramente descritas: se debe realizar una cuantificación total durante la vigencia del PTGMF, una descripción de qué zonas o masas forestales resultan afectadas, así como qué periodicidad y rotaciones se llevarán a cabo dentro de dichas zonas. También se prevé una apartado de características técnicas, donde se hará una descripción genérica de cómo se deben efectuar los trabajos no programables dentro de la finca.

Como actuaciones no programables, se deben considerar las siguientes:

Plantaciones. Reposiciones fallidas; mantenimiento de las reforestaciones/forestaciones.

Corcho. Rayado de corcho; tratamientos fitosanitarios.

Actuaciones de mejora forestal. Selección de retoños sin aprovechamiento comercial; acordonado y troceado de restos de incendios; desbroce a ambos lados del camino; mantenimiento de líneas de defensa; eliminación de restos; podas de formación; podas de fructificación; podas bajas; podas altas.

Aprovechamientos. Aprovechamiento de leña para consumo propio.

Infraestructuras. Acondicionamiento de caminos principales; acondicionamiento de caminos primarios; acondicionamiento de caminos secundarios; acondicionamiento de caminos de desembosque; acondicionamiento de puntos de agua.

Capítulo 9. Resumen económico

En este capítulo se realiza un balance económico de las actuaciones proyectadas en el PTGMF. Incluye el cuadro resumen de los gastos y los ingresos previstos para todas las actuaciones planificadas y que se han concretado, para cada unidad de actuación, en las fichas descriptivas.

El objetivo de este cuadro es mostrar las consecuencias económicas previstas de la gestión que se propone.

En este cuadro resumen se deben señalar las actuaciones programadas haciendo referencia a la unidad de actuación que corresponda, el año y la medición, y valorando el ingreso y el gasto total que generará la planificación prevista.

Para las actuaciones no programables, se valorará el ingreso y el gasto total tomando como base la medición fijada.

En el momento de interpretar el cuadro resumen económico deben considerarse dos aspectos básicos:

En primer lugar, que los precios unitarios se fijan con valor actual. Cabe esperar, pues, variaciones en los precios a lo largo de la vigencia del plan. Estas valoraciones son más importantes si afectan al balance (diferencia gastos-ingresos) del PTGMF y son particularmente sensibles a fluctuaciones en el caso de los jornales y en el de los precios de las maderas de diámetros pequeños.

En segundo lugar, que la distribución de los gastos e ingresos se efectúa a lo largo del tiempo, y, en consecuencia, aunque el valor absoluto de la diferencia entre gastos e ingresos sea la misma, es muy distinto contabilizar los gastos al principio y los ingresos al final del Plan, dada la importancia de los gastos financieros que este desfase puede producir.

La importancia del factor tiempo se hace más evidente si se consideran periodos superiores a la vigencia del Plan, como es el caso del turno normal de algunas plantaciones de coníferas (pino insigne, abeto de Douglas, etc.), o incluso más en el turno normal de masas naturales pobladas con especies como el pino silvestre o el pino laricio, y tratadas como bosque regular.

En conclusión, el resumen económico recoge las partidas de gastos o de ingresos previstos para el plazo de vigencia del PTGMF.

Capítulo 10. Fichas descriptivas de las unidades de actuación

Según los objetivos preferentes y el inventario realizado, el modelo y el contenido de la ficha, será diferente la ficha que se deberá escoger y el nivel de información del PTGMF.

Así, los técnicos redactores pueden escoger entre distintos modelos de fichas con estructura similar pero con un nivel de contenidos diferenciado para dar respuesta a los resultados del trabajo de campo y a las actuaciones previstas según el objetivo y la gestión planificada.

El nivel de inventario utilizado y las actuaciones planificadas determinarán la ficha que se deba utilizar.

10.1 Ficha con inventario dasométrico.

A. Unidad de actuación.

La primera parte de la ficha descriptiva de la unidad de actuación contiene dos bloques informativos básicos. El primero se destina a la identificación de la parcela o subparcela, mientras que el segundo describe las características básicas de la masa forestal.

A1. Identificación.

El nombre de la finca o fincas a la que pertenece esta unidad de actuación.

El código de la parcela o subparcela (1, 2, 3a, 3b, etc.) en el apartado de unidad de actuación. Esta unidad de actuación se puede identificar, si es necesario, con un nombre o denominación

Las superficies ordenada, forestal y arbolada de esta unidad de actuación, en hectáreas.

A2. Características de la masa forestal.

Esta descripción se determina a partir de la descripción de la tipología forestal arbolada y la vulnerabilidad a los incendios forestales de copa cuando haya un riesgo elevado de incendios en el monte; por la estructura de la masa según su forma principal de masa, la composición específica y la distribución espacial, y a partir de la descripción de los datos dendrométricos y descriptivos de cada especie considerada como principal u objeto de gestión.

Tipología forestal arbolada.

Se indicará la tipología forestal más representativa de la unidad de actuación de acuerdo con el trabajo de campo realizado en la fase de inventario y la codificación descrita en la tabla de usos de las instrucciones de redacción del PTGMF.

Vulnerabilidad a los incendios forestales.

Esta vulnerabilidad está definida por las principales variables silvícolas/estructurales del rodal y la relación de dichas variables con el comportamiento del fuego y la mortalidad de los árboles. La vulnerabilidad analiza la disposición de los combustibles en el espacio y la relaciona con el tipo de fuego de copas más probable que se puede dar en el rodal definido.

Se identificarán tres clases de vulnerabilidad: alta, moderada y baja.

Esta información se describe en las Orientaciones de gestión forestal sostenible de Cataluña: herramientas para la integración del riesgo de grandes incendios forestales en la gestión forestal (la web del CPF permite consultar y descargar este documento).

La estructura de la masa del estrato arbóreo se describe partiendo de otros conceptos:

Fracción de cabida cubierta (fcc) en %. Debe indicarse el porcentaje de suelo que queda recubierto por las copas del total de especies de la unidad de actuación; no puede ser en ningún caso superior al 100%.

Composición específica. Debe tipificarse como: 1. Masa homogénea o pura; 2. Masa heterogénea mezclada pie a pie; 3. Masa heterogénea con vuelo y subvuelo; 4. Masa heterogénea en grupos.

Distribución espacial. Debe diferenciarse como: 1. Uniforme; 2. Diseminada en grupos aislados, bosquetes o golpes; 3. Diseminada en individuos aislados.

Para cada especie considerada como principal u objeto de gestión, deben evaluarse los datos siguientes:

La distribución y abundancia, mediante los parámetros que se establecen a continuación:

El recubrimiento. La estimación del porcentaje de la superficie total que ocupan las copas de la especie considerada (puede ser superior, en algunos casos, al 100%).

La estimación de la densidad (medida en número de pies por hectárea).

El área basimétrica. En la gestión de masas forestales, un parámetro representativo del estado de la masa es el área basimétrica, que se define como la suma de las secciones del cañón de los árboles medidos a 1,30 m de altura. El área basimétrica se mide en m2/ha y depende del número de árboles (densidad) y de sus diámetros.

El reparto o distribución de la especie en toda la superficie de la parcela; si es homogéneo o los árboles de esta especie es encuentran agrupados en grupos.

La estructura y las características del desarrollo, mediante los parámetros siguientes:

La estructura, si se trata de un bosque regular, irregular o semirregular.

En bosques regulares, estimación de la edad del arbolado.

La altura media del arbolado y la altura dominante, que se puede definir como la media de la altura de los cien pies más gruesos por hectárea, que se considera un índice bastante representativo de la calidad de la estación y de su capacidad productiva.

Descripción de la forma general de las copas, que será consecuencia de la densidad, el reparto y el desarrollo del arbolado.

La calidad de los productos se evaluará mediante los parámetros siguientes:

El diámetro medio, que se calculará para todos los árboles de la especie con un diámetro superior al mínimo que se debe consignar, y que normalmente será de 10 cm. Este diámetro corresponde al del cañón medido a 1,30 m del suelo, desde el punto superior de la pendiente.

El aspecto del cañón. Si es bueno, recto, sin ramas y sin enfermedades apreciables.

Debe describirse la regeneración en dos aspectos:

Origen. Se diferencia según estos parámetros: 1. Semilla o siembra; 2. Plantación; 3. Rebrote de cepa o de raíz; 4. Mixto: semilla y rebrote.

Valoración. Se señalará, de acuerdo con la presencia de regeneración, si es: 1. Buena; 2. Escasa; 3. Nula.

Existencias. Deben indicarse las existencias inventariables por especie en metros cúbicos.

Posibilidad. Debe facilitarse un valor orientativo medido en m3/ha/año en el plazo de vigencia del plan. Se trata de evaluar la media de la producción que se espera según el hábitat, el estado actual del arbolado y los criterios silvícolas de la gestión.

Biomasa. Con el fin de incorporar todos los aspectos para la certificación forestal, a partir del cálculo de existencias se realizará el equivalente de la biomasa aérea total que representa por especie en toneladas/ha. La biomasa es el resultado de sumar la biomasa del tronco (madera y corteza), la biomasa de las ramas y la biomasa de las hojas.

Carbono fijado. Este parámetro se utiliza para justificar la certificación forestal. El contenido de carbono de la biomasa aérea se obtiene multiplicando la biomasa de cada fracción (madera, corteza, ramas u hojas) por la concentración media de carbono (en tanto por uno) correspondiente a la especie. Los valores medios de la concentración de carbono para cada especie y fracción pertenecen a los datos analizados para el inventario ecológico forestal de Cataluña por cada especie en un ámbito geográfico concreto.

Debe describirse la distribución diametral de la especie o especies principal/es.

Otros datos y especies secundarias. Se resumirán todos los datos que se considere necesario incluir para justificar la elección de objetivos y la planificación de actividades. Estos datos deben ser preferiblemente cuantificables y su importancia se debe destacar más adelante.

En caso de tener muchas parcelas de una misma especie con superficies pequeñas y de características ecológicas similares, pero con edades diferentes, se podrá utilizar este apartado para describir este hecho e incluir en una sola ficha descriptiva diferentes parcelas, aunque físicamente estén separadas.

De las especies secundarias, es decir, aquellas que no son objeto del tratamiento de la especie principal pero que son relevantes por sus características (madera de alta calidad, capacidad de mejorar el suelo o de mejorar el comportamiento de la especie principal, etc.), debe indicarse su presencia y distribución en la unidad de actuación y el tratamiento que recibirán en la vigencia del plan.

Los árboles muertos pueden contribuir al aumento de la biodiversidad, pero su presencia en exceso puede favorecer la aparición de incendios o plagas. Se indicará su número y las dimensiones y la distribución de los árboles muertos/ha.

A3. Estrato arbustivo.

Debe hacerse una relación de las especies más representativas indicando tanto el porcentaje de fracción de cabida cubierta como su altura media en metros. Debe señalarse si hay especies protegidas o amenazadas.

A4. Estrato herbáceo.

Se debe elaborar una relación de las especies más representativas indicando, si es necesario, el porcentaje de fracción de cabida cubierta y, también, su altura media en metros. Se debe señalar si hay especies protegidas o amenazadas relevantes.

A5. Fauna.

Se debe elaborar una relación de las especies más representativas con una referencia a su abundancia (muy escasa, escasa, abundante, muy abundante). Se debe indicar si hay especies protegidas o amenazadas.

A6. Daños.

En este apartado, se debe señalar si hay daños, o no, bióticos o abióticos, indicando cuál es el agente o agentes causantes, la dimensión de la zona afectada (porcentaje de cubierta forestal o regeneración afectada) y si se prevén actuaciones o tratamientos específicos para paliar los daños, y realizar su planificación y cuantificación.

En este apartado, también se señalará si una unidad de actuación presenta fenómenos erosivos significativos que puedan comportar medidas correctoras, así como en la cartografía de gestión.

B. Objetivo e itinerario silvícola.

Este apartado hace referencia a la definición de objetivos, el itinerario de gestión y la planificación de las actuaciones.

Los objetivos de cada parcela o subparcela deben reflejar lo que se quiere conseguir en esa unidad de actuación, al final de la vigencia del plan. Deben ser concretos y descriptivos, y deben estar de acuerdo con los objetivos generales.

El itinerario silvícola debe describir e indicar qué gestión se desarrollará para conducir la masa forestal actual al modelo ideal previsto para la especie o especies objeto de gestión.

Las actuaciones se planifican en el año más probable de ejecución. Cada actuación tendrá un número de orden que se mantendrá en los resúmenes económicos. Se deben cuantificar los aprovechamientos programados en m3/ha o t/ha.

Para cada una de las actuaciones planificadas deben describirse unas normas silvícolas que, de acuerdo con el estado forestal actual de la unidad de actuación y el objetivo de gestión durante la vigencia del PTGMF, se ajustarán al itinerario silvícola o de gestión. Esta descripción debe consistir en unas normas o criterios claros e interpretables de forma inequívoca a la hora de ejecutar los trabajos.

Las actuaciones planificadas deben quedar claramente definidas en un año de ejecución, unas mediciones y unas normas silvícolas descriptivas que indiquen cómo se debe realizar y cómo deberá quedar el bosque después de la actuación. Dichas normas hacen referencia a la ejecución práctica de la actuación y es importante que consideren cualquier condición impuesta para la inclusión en zonas de calificación especial. También se expondrán las actuaciones a realizar para garantizar la regeneración natural o artificial y se especificará la periodicidad y características de los trabajos de mejora. Asimismo, se señalarán las características específicas de los aprovechamientos de corcho, pastos (manejo, carga ganadera, etc.) y otros.

C. Resumen económico de la unidad de actuación.

Este apartado hace referencia al resumen y a la valoración de la planificación para cada unidad de actuación.

Una vez definidos los trabajos que conviene llevar a cabo para alcanzar los objetivos para cada unidad de actuación, es necesario efectuar una evaluación económica de las actuaciones. Se trata, pues, de facilitar los datos que permitirán comprobar si, además de ser bueno desde el punto de vista silvícola, el plan es viable desde el punto de vista económico.

Cada actuación se analizará con cuidado para definir todos los gastos e ingresos que se deriven de ella.

Debe efectuarse la valoración para cada concepto planificado, haciendo referencia a la actuación, la medición, el concepto que genera el ingreso o el gasto, el valor unitario (j/ha; h/ha; m2/ha), el precio unitario (€/j; €/h), el precio compuesto (€/ha; €/ut; €/m) y el ingreso o el gasto final total que representa en euros.

Asimismo, para todos los trabajos planificados y valorados en cada ficha descriptiva, se realizará el balance de los totales.

D. Análisis de datos y justificación de la planificación.

Este apartado se incluye por si se considera oportuno efectuar cualquier aclaración sobre la planificación de actuaciones o sobre la valoración de gastos y de ingresos correspondientes.

10.2 Ficha con estimación pericial.

La primera parte de la ficha descriptiva de una unidad de actuación contiene dos bloques informativos básicos. El primero se destina a la identificación de la parcela o subparcela, mientras que el segundo describe las características básicas de la masa forestal.

A1. Identificación.

El nombre de la finca o fincas donde pertenece esta unidad de actuación.

El código de la parcela o subparcela (1, 2, 3a, 3b, etc.) en el apartado de unidad de actuación. Esta unidad de actuación se puede identificar, si es necesario, con un nombre o denominación.

Las superficies ordenada, forestal y arbolada de esta unidad de actuación, en hectáreas.

A2. Características de la masa forestal.

Esta descripción se determina a partir de la descripción de la tipología forestal arbolada; de la vulnerabilidad a los incendios forestales de copa cuando haya un riesgo elevado de incendios forestales; de la estructura de la masa según su forma principal de masa, la composición específica y la distribución espacial, y de la descripción de los datos dendrométricos y descriptivos de las formaciones arbóreas y de cada especie considerada como principal o objeto de gestión.

Tipología forestal arbolada.

Se indicará la tipología forestal más representativa de la unidad de actuación de acuerdo con el trabajo de campo realizado en la fase de inventario y la codificación descrita en la tabla de usos de las instrucciones de redacción del PTGMF.

Vulnerabilidad a los incendios forestales.

Esta vulnerabilidad es definida por las principales variables silvícolas/estructurales del rodal y la relación de dichas variables con el comportamiento del fuego y la mortalidad de los árboles. La vulnerabilidad analiza la disposición de los combustibles en el espacio y la relaciona con el tipo de fuego de copas más probable que se puede dar en el rodal definido.

Se identificarán tres clases de vulnerabilidad: alta, moderada y baja.

Esta información se describe en las Orientaciones de gestión forestal sostenible de Cataluña: herramientas para la integración del riesgo de grandes incendios forestales en la gestión forestal (la web del CPF permite consultar y descargar este documento).

La estructura de la masa del estrato arbóreo se describe partiendo de tres conceptos:

Forma principal de masa. Debe indicarse si la masa es coetánea, regular, semirregular o irregular.

Composición específica. Debe tipificarse como: 1. Masa homogénea o pura; 2. Masa heterogénea mezclada pie a pie; 3. Masa heterogénea con vuelo y subvuelo; 4. Masa heterogénea en grupos.

Distribución espacial. Debe diferenciarse como: 1. Uniforme; 2. Diseminada en grupos aislados, bosquetes o golpes; 3. Diseminada en individuos aislados.

Formaciones arbóreas.

Se describirán los parámetros siguientes para cada una de las especies forestales presentes en la unidad de actuación:

Densidad (pies/ha). Medida en número de árboles por hectárea.

Fracción de cabida cubierta (%). Porcentaje del suelo que queda recubierto por las copas del total de especies de la unidad de actuación; no puede ser en ningún caso superior al 100%.

Diámetro (cm). Diámetro de un árbol en pie de cañón medido a 1,30 m del suelo. Se indicará el diámetro medio del rodal.

Media de la altura (m). Media de la altura del rodal.

Edad (años). En bosques regulares, se debe hacer una estimación de la edad del arbolado.

Área basal (m2/ha). En la gestión de masas regulares, un parámetro representativo del estado de la masa es el área basal, que se define como la suma de las secciones del cañón de los árboles medidos a 1,30 m de altura. El área basal se mide en m2/ha y depende del número de árboles (densidad) y de sus diámetros.

Volumen (m3/ha). Se debe indicar un valor de las existencias actuales en m3/ha para cada una de las formaciones arbóreas o especies consideradas.

Porcentaje de bosque pequeño, mediano o grande. Parámetro necesario para describir la estructura de una masa sin necesidad de detallar la distribución diametral. La suma de los porcentajes de los tres tipos de bosque nunca debe ser superior al 100%. Su expresión puede corresponderse, por ejemplo, con 20/70/10, que describiría un bosque con el 20% de madera pequeña, el 70% de madera mediana y el 10% de madera grande. Los intervalos a partir de lo que se clasifica cada tipo de madera son los siguientes:

En relación con la producción de leña y madera:

Bosque pequeño. Porcentaje de árboles inventariables menores de clase diametral 10.

Bosque mediano. Porcentaje de árboles de clase diametral 10 hasta clase diametral 25.

Bosque grande. Porcentaje de árboles a partir de clase diametral 25.

En relación con la producción de corcho:

Bosque pequeño. Porcentaje de corcho en regeneración.

Bosque mediano. Corcho bornizo.

Bosque grande. Corcho en producción.

Si el técnico redactor considera en la redacción del PTGMF que, por las características de la finca o la naturaleza de los objetivos de ordenación planteados, esta estimación cuantitativa no justifica determinar todos los parámetros indicados, no se rellenarán los apartados correspondientes de forma justificativa.

Otras características descriptivas.

En este apartado, se indicarán todos los aspectos descriptivos o se incluirán los datos que se consideren necesarios para completar y hacer más comprensible y justificar las descripciones de las tipologías forestales, la elección de objetivos y la planificación de actividades.

Si el técnico redactor lo considera necesario para una mejor comprensión y descripción de la gestión que se debe desarrollar en la unidad de actuación, se dará contenido a los apartados siguientes (A3-A6).

A3. Estrato arbustivo.

Debe elaborarse una relación de las especies más representativas indicando el porcentaje de fracción de cabida cubierta y su altura media en metros. Debe señalarse, también, si hay especies protegidas o amenazadas.

A4. Estrato herbáceo.

Debe elaborarse una relación de las especies más representativas indicando, si es necesario, el porcentaje de fracción de cabida cubierta y su altura media en metros. Debe señalarse si hay especies protegidas o amenazadas relevantes.

A5. Fauna.

Debe elaborarse una relación de las especies más representativas con una referencia a su abundancia (muy escasa, escasa, abundante, muy abundante). Debe señalarse si hay especies protegidas o amenazadas.

A6. Daños.

En este apartado, debe señalarse si hay daños, o no, bióticos o abióticos, indicando cuál es el agente o agentes causantes, la dimensión de la zona afectada (porcentaje de cubierta forestal o regeneración afectada) y si se prevén actuaciones o tratamientos específicos para paliar los daños, y realizando su planificación y cuantificación.

El hecho de que en una unidad de actuación haya fenómenos erosivos significativos que puedan comportar medidas correctoras también se debe señalar en este apartado, así como en la cartografía de gestión.

B. Objetivo e itinerario silvícola.

Este apartado hace referencia a la definición de objetivos, el itinerario de gestión y la planificación de las actuaciones.

Los objetivos de cada parcela o subparcela deben reflejar lo que se quiere conseguir en esta unidad de actuación al final de la vigencia del plan. Debe ser concretos y descriptivos, y deben estar de acuerdo con los objetivos generales.

El itinerario silvícola debe describir e indicar qué gestión se debe desarrollar para conducir la masa forestal actual al modelo ideal que se ha previsto para la especie o especies objeto de gestión.

Las actuaciones se planifican en el año más probable de ejecución. Cada actuación tendrá un número de orden que se mantendrá en los resúmenes económicos. En caso de que se generen aprovechamientos, deberán cuantificarse aproximadamente, en m3/ha o t/ha.

Cada una de las actuaciones planificadas debe describir unas normas silvícolas, que, de acuerdo con el estado forestal actual de la unidad de actuación y el objetivo de gestión durante la vigencia del PTGMF, se ajustarán al itinerario silvícola o de gestión. Esta descripción consistirá en unas normas o criterios claros e interpretables de forma inequívoca al ejecutar los trabajos.

Las actuaciones planificadas deberán quedar claramente definidas en un año de ejecución, unas mediciones y unas normas silvícolas descriptivas que indiquen cómo se deben realizar y cómo deberá quedar el bosque después de la actuación. Estas normas hacen referencia a la ejecución práctica de la actuación y es importante que consideren cualquier condición impuesta para la inclusión en zonas de calificación especial. También se expondrán las actuaciones necesarias para garantizar la regeneración natural o artificial, y se especificarán la periodicidad y las características de los trabajos de mejora. Asimismo, se señalarán las características específicas de los aprovechamientos de corcho, pastos (manejo, carga ganadera, etc..) y otros.

C. Resumen económico de la unidad de actuación.

Este apartado se refiere al resumen y a la valoración de la planificación para cada unidad de actuación.

Una vez definidos los trabajos que conviene llevar a cabo para alcanzar los objetivos fijados para cada unidad de actuación, es necesario efectuar una evaluación económica de estas actuaciones. Se trata, pues, de facilitar los datos que permitirán comprobar si, además de ser bueno desde el punto de vista silvícola, el plan es viable desde el punto de vista económico.

Cada actuación se analizará con cuidado para establecer todos los gastos e ingresos que se deriven de ella.

Se debe efectuar una valoración para cada concepto planificado, haciendo referencia a la actuación, la medición, el concepto que genera el ingreso o el gasto, el valor unitario (j/ha; h/ha; m3/ha), el precio unitario (€/j; €/h), el precio compuesto (€/ha; €/ut; €/m) y el ingreso o el gasto final total que representa en euros.

Asimismo, se debe realizar el balance de los totales de todos los trabajos planificados y valorados en cada ficha descriptiva.

D. Análisis de datos y justificación de la planificación.

Este apartado se incluye por si se considera oportuno realizar cualquier aclaración sobre la planificación de actuaciones o sobre la valoración de gastos y de ingresos que corresponda.

10.3 Ficha con descripción forestal.

La primera parte de la ficha descriptiva de unidad de actuación contiene dos bloques informativos básicos. El primero se destina a identificar la parcela o subparcela, mientras que el segundo describe las características del espacio forestal que se debe gestionar.

A1. Identificación.

El nombre de la finca o fincas a la/s que pertenece esta unidad de actuación.

El código de la parcela o subparcela (1, 2, 3a, 3b, etc.) en el apartado de unidad de actuación. Esta unidad de actuación se puede identificar, si es necesario, con un nombre o denominación.

Las superficies ordenada, forestal y arbolada de esta unidad de actuación, en hectáreas.

A2. Características de la masa forestal o espacio forestal que se debe gestionar.

Esta ficha se desarrollará de forma descriptiva, teniendo en cuenta, según el caso, los elementos descriptivos que se plantean a continuación.

Como información mínima descriptiva se debe indicar lo siguiente: la tipología forestal del estrato de vegetación o unidad de actuación; la vulnerabilidad a los incendios forestales; especies principales y acompañantes arbóreas y matorral; descripción del estado forestal; elementos singulares presentes, elementos significativos de gestión de fauna, flora, etc.; elementos descriptivos vinculados a procesos erosivos o de conservación, y otros.

Con relación a la descripción de la estructura de la masa forestal y arbórea que contenga la unidad de actuación, se recomienda utilizar los parámetros descriptivos y cuantitativos (los más apropiados según el criterio del técnico redactor) señalados en los apartados A2 - A6 de la ficha 10.2 (ficha con estimación pericial).

B. Objetivo e itinerario silvícola.

Este apartado hace referencia a la definición de objetivos, el itinerario silvícola y la planificación de las actuaciones.

Los objetivos de cada parcela o subparcela deben reflejar lo que se desea conseguir en esta unidad de actuación al final de la vigencia del plan. Deben ser concretos y descriptivos, y deben estar de acuerdo con los objetivos generales.

En caso de que se quiera realizar alguna actuación o gestión, se debe indicar el itinerario silvícola, que debe describir y señalar qué gestión es necesario desarrollar para conducir la masa forestal o espacio forestal a la situación o modelo ideal.

Las actuaciones forestales que puedan implicar autorización administrativa (actuaciones programables) se planificarán en el año más probable de ejecución. Cada actuación tendrá un número de orden que se mantendrá en los resúmenes económicos.

Cada una de las actuaciones planificadas debe describir unas normas silvícolas, que, de acuerdo con el estado forestal actual de la unidad de actuación y el objetivo de gestión durante la vigencia del PTGMF, indicarán el itinerario silvícola o de gestión. Esta descripción debe consistir en unas normas o criterios claros e interpretables de forma inequívoca cuando se ejecuten los trabajos.

C. Resumen económico de la unidad de actuación.

Este apartado hace referencia al resumen y a la valoración de la planificación para cada unidad de actuación.

Una vez definidos los trabajos que conviene llevar a cabo para alcanzar los objetivos fijados para cada unidad de actuación, es necesario efectuar una evaluación económica de estas actuaciones. Se trata, pues, de facilitar los datos que deben permitir comprobar si, además de ser bueno desde el punto de vista silvícola, el plan es viable desde el punto de vista económico.

D. Análisis de datos y justificación de la planificación.

Este apartado se incluye por si se considera oportuno realizar cualquier aclaración sobre la planificación de actuaciones o sobre la valoración de gastos e ingresos que corresponda.

Capítulo 11. Cartografía

La cartografía básica del PTGMF consta de los planos siguientes:

Plano de situación de la finca a escala 1:50.000 o 1:25.000. Se indicarán los límites de la finca, los caminos de acceso y su conexión a la red viaria general, y las zonas sometidas a calificaciones especiales.

Plano de gestión topográfico a escala 1:5.000. Este plano debe informar sobre el estado actual de la zona que es necesario ordenar, y debe incluir los datos siguientes:

Fecha de realización.

Georeferencia UTM.

Límites de la finca o fincas.

Límites de la superficie ordenada en el PTGMF.

Límites de la superficie declarada por la propiedad en el PTGMF.

Límites de las unidades de actuación: parcelas y subparcelas.

Límite de espacios protegidos (en caso de estar afectada la superficie ordenada).

Límite de la figura de concertación.

Caminos. Diferenciados y codificados según el tipo de vía que corresponda.

Unidades de actuación, donde se incluirá el número, si es necesario, la superficie en hectáreas y las especies principales acompañadas del recubrimiento, tal y como indica el cuadro anexo (tabla de usos) de códigos por especies.

Puntos de agua: existentes y planificados.

Roturaciones, transformación en pastos y abertura de líneas de defensa. Es necesario diferenciarlas con una trama.

Debe presentarse la cartografía diferenciando, mediante el código de colores adjunto a las instrucciones, las zonas de vegetación, campos, etc., para poder contrastar el estado actual forestal que se desprende de los inventarios de campo realizados.

Debe señalarse la localización de todos los puntos de inventario realizados en el trabajo de campo de redacción, que se corresponderá con la documentación anexa al documento.

Deben señalarse mediante simbología diferenciada: los elementos arquitectónicos singulares (testimonios prehistóricos o históricos), así como elementos naturales singulares (árboles monumentales y elementos recreativos, paisajísticos o culturales relevantes).

También, si se consideran remarcables, se reflejarán puntos de especial riesgo de incendio, puntos de alta concentración humana, líneas eléctricas, etc.

Plano catastral. Deben indicarse los límites de la superficie ordenada y los límites de las unidades de actuación, y se deben localizar exactamente las parcelas catastrales afectadas por roturaciones. Asimismo, en caso de delimitar la superficie declarada por la propiedad, también se deberá diferenciar.

Si la propiedad lo considera oportuno para entender mejor la gestión del PTGMF, se incorporará una fotografía aérea u ortofotomapa de la finca y del entorno donde se indiquen los límites de la finca y de las unidades de actuación; se deberá marcar, además, la red principal de caminos.

Capítulo 12. Anexos

Los anexos deben facilitar el análisis y la revisión del PTGMF para hacer más comprensibles y justificar las propuestas de gestión presentadas, tanto en el ámbito del trabajo de campo como en la planificación y la ejecución de las actuaciones planificadas.

Los anexos forman parte del PTGMF y deben incluir lo siguiente:

Resultado de los inventarios o puntos de observación de campo. Se debe describir y justificar la forma de inventario utilizada en las diferentes zonas de inventario o unidades de actuación del PTGMF, de acuerdo con los criterios descritos en el apartado de las instrucciones: proceso de redacción del PTGMF; trabajo de campo: inventario o recogida de información.

Se debe indicar si la metodología de inventario utilizada se corresponde con la planteada por el CPF en las instrucciones de redacción. En caso contrario, se debe describir y justificar la metodología utilizada. En ambos casos, se debe presentar un resumen de los resultados para las distintas zonas de inventario determinadas o unidades de actuación.

Si se trata de una revisión del PTGMF para prorrogar su vigencia, se debe presentar un documento con una revisión de la información de campo. Si la revisión se lleva a cabo a partir del quinto año o por causas excepcionales, se establecerá en cada caso cuál debe ser el nivel de inventario mínimo para justificar la revisión.

Cálculo de existencias. Para los aprovechamientos planificados, se presentará un resumen justificativo con los cálculos del aprovechamiento previsto.

Las fichas normalizadas. Se debe elaborar una ficha diferenciada para cada una de las propuestas de construcción de caminos, de roturaciones y de transformaciones en pastos. La web del CPF permite consultar y descargar estos modelos de fichas.

Otros. Si lo considera necesario el técnico redactor o los servicios técnicos del CPF para justificar aspectos de planificación y de ejecución (infraestructuras, puntos de agua, roturaciones, etc.).

Tabla de usos

Las tipologías forestales que se exponen a continuación se corresponden con las que incluye el Manual de tipologías forestales de Cataluña.

Tipología forestal Código tipología
Abetales Aa
Bosques mixtos de abeto y otros caducifolios de montaña Aa_Cm
Bosques mixtos de abeto y haya Aa_Fs
Bosques mixtos de abeto y pino silvestre Aa_Ps
Bosques mixtos de abeto y pino negro Aa_Pu
Formaciones dominadas por arce silvestre (Acer campestre) Acc
Formaciones dominadas por arce de Montpellier (Acer monspessulanum) Acm
Formaciones dominadas por ácer (Acer opalus/granatense) Aco
Formaciones dominadas por arce platanoide (Acer platanoides) Acp
Formaciones dominadas por arce blanco (Acer pseudoplatanus) Acs
Formaciones dominadas por madroño Au
Abedules Bpe
Bosques mixtos de abedul y abeto Bpe_Aa
Bosques mixtos de abedul con otros caducifolios Bpe_Pl
Bosques mixtos de abedul y pino silvestre Bpe_Ps
Bosques mixtos de abedul y pino negro Bpe_Pu
Plantaciones de cedro Ce
Formaciones dominadas por avellano Coa
Formaciones mixtas de avellano y coníferas Coa_Con
Formaciones mixtas de avellano y otros planifolios Coa_Pl
Castaños Cs
Bosques mixtos de castaño con plantaciones de coníferas Cs_Co
Bosques mixtos de castaño con haya y/o roble sessiliflorum Cs_Fs_Qp
Bosques mixtos de castaño con otros planifolios Cs_Pl
Bosques mixtos de castaño y alcornocal Cs_Qs
Bosques mixtos de castaño con encinas y/o robles pubescentes/roble andaluz Cs_Qu
Plantaciones de Eucalyptus sp. Eu
Fresno grande Fe
Bosques mixtos de fresnos con otros planifolios Fe_Pl
Bosques mixtos de fresnos con pino silvestre Fe_Ps
Hayal Fs
Bosques mixtos de haya y abeto Fs_Aa
Bosques mixtos de haya con otros planifolios Fs_Pl
Bosques mixtos de haya y pino silvestre Fs_Ps
Bosques mixtos de haya y pino negro Fs_Pu
Bosques mixtos de haya y roble albar y carvallo Fs_Qp
Formaciones dominadas por acebo (Ilex aquifolium) Ia
Plantación de nogal Ju
Plantaciones de Larix sp. Ld
Pinares mixtos de pino carrasco y pino piñonero Ph-Ppa
Pinares mixtos de pino carrasco y pino silvestre Ph-Ps
Pinares de pino carrasco continentales PhCONT
Formaciones mixtas de pino carrasco continental y quercíneas PhCON_Qib_Qf
Pinares de pino carrasco de influencia litoral PhLIT
Formaciones mixtas de pino carrasco de influencia litoral y robles PhLIT_Qu
Formaciones mixtas de pino carrasco con otros pinos y frondosas Ph_Bm
Bosques mixtos de pino carrasco y pino laricio del ámbito meridional Ph_PnMER
Bosques mixtos de pino carrasco y pino laricio del ámbito prepirenaico Ph_PnPRE
Formaciones mixtas de pino carrasco de influencia litoral y carrasca Ph_Qib
Formaciones mixtas de pino blanco y encina Ph_Qii
Formaciones mixtas de pino carrasco y alcornocal Ph_Qs
Plantaciones de Picea sp. Pia
Plantaciones de Platanus hybrida Plh
Bosque mixto mediterráneo de pino laricio, pino carrasco y frondosas Pn-Bmm
Bosques de pino laricio meridionales PnMER
Bosques mixtos de pino laricio y pino carrasco del ámbito meridional PnMER_Ph
Bosques mixtos de pino laricio y pino silvestre del ámbito meridional PnMER_Ps
Bosques mixtos de pino laricio y carrasca del ámbito meridional PnMER_Qib
Bosques mixtos de pino laricio y roble del ámbito meridional PnMER_Qu
Bosques de pino laricio prepirenaicos PnPRE
Bosques mixtos de pino laricio y pino carrasco del ámbito prepirenaico PnPRE_Ph
Bosques mixtos de pino laricio y pino silvestre del ámbito prepirenaico PnPRE_Ps
Bosques mixtos de pino laricio y carrasca del ámbito prepirenaico PnPRE_Qib
Bosques mixtos de pino laricio y roble del ámbito prepirenaico PnPRE_Qu
Bosque mixto submediterráneo de pino laricio, pino silvestre y frondosas Pn_Bms
Plantaciones de pino laricio de Austria Pna
Formaciones mixtas de pino laricio de Austria con planifolios (Qh, Qf, Qib) Pna_Qu
Plantaciones de Pinus nigra var. corsicana/calabrica Pnc
Plantaciones de Populus x canadensis Poc
Formaciones dominadas por álamo temblón (Populus tremula) Pot
Pinares de pino piñoner Ppa
Formaciones mixtas de pino piñonero con otros pinos y frondosas Ppa_Bmm
Pinares mixtos de pino piñonero y pino laricio Ppa_Ph
Pinares mixtos de pino piñonero y pino ródeno Ppa_Ppr
Formaciones mixtas de pino piñonero y encina Ppa_Qii
Formaciones mixtas de pino piñonero y alcornoque Ppa_Qs
Formaciones mixtas de pino piñonero y robles Ppa_Qu
Plantaciones de pino ródeno var. marítima y bosques de pino ródeno Ppr
Formaciones mixtas de pino ródeno con planifolios (Qh, Qii, Qs, Au) Ppr_Pl
Plantaciones de pino insigne Pr
Plantaciones de cerezo Pra
Bosques mixtos de pino silvestre y roble albar Ps-Qpe
Bosques de pino silvestre del ámbito meridional PsMER
Bosques mixtos de pino silvestre y pino salgareño del ámbito meridional PsMER_Pn
Bosques de pino silvestre del ámbito pirenaico PsPIR
Bosques mixtos de pino silvestre y pino salgareño del ámbito pirenaico PsPIR_Pn
Bosques mixtos de pino silvestre y abeto Ps_Aa
Bosques mixtos de pino silvestre y Acer spp. Ps_Ac
Bosques mixtos submediterráneos de pino silvestre y otros pinos y frondosas Ps_Bms
Bosques mixtos de pino silvestre y abedul Ps_Bpe
Bosques mixtos de pino silvestre y otros caducifolios de montaña Ps_Cm
Bosques mixtos de pino silvestre y avellano Ps_Coa
Bosques mixtos de pino silvestre y haya Ps_Fs
Bosques mixtos de pino silvestre y pinos mediterráneos Ps_Pm
Bosques mixtos de pino silvestre y pino negro Ps_Pu
Bosques mixtos de pino silvestre y roble carvallo Ps_Qf
Bosques mixtos de pino silvestre y roble carrasqueño Ps_Qh
Bosques mixtos de pino silvestre y carrascar montañoso Ps_Qib
Bosques mixtos de pino silvestre y encina Ps_Qii
Bosques mixtos de pino silvestre y roble rebollo Ps_Qpy
Plantaciones de abeto de Douglas Ptm
Bosques de pino negro Pu
Bosques mixtos de pino negro y abeto Pu_Aa
Bosques mixtos de pino negro y abedules Pu_Bpe
Bosques mixtos de pino negro y otros caducifolios de montaña Pu_Cm
Bosques mixtos de pino negro y pino silvestre Pu_Ps
Robledos de roble andaluz Qc
Bosques mixtos dominados por el roble andaluz Qc_Al
Robledos de roble carrasqueño Qf
Bosques mixtos submediterráneos de roble carrasqueño con pinos y otras frondosas Qf_Bms
Bosques mixtos de roble carrasqueño y pino carrasco continentales Qf_PhCON
Bosques mixtos de roble andaluz y pino carrasco de influencia litoral Qf_PhLIT
Bosques mixtos de roble andaluz y pino salgareño del ámbito meridional Qf_PnMER
Bosques mixtos de roble andaluz y pino salgareño del ámbito prepirenaico Qf_PnPRE
Bosques mixtos de roble carrasqueño con pino piñonero Qf_Ppa
Bosques mixtos de roble carrasqueño y pino silvestre del ámbito meridional Qf_PsMER
Bosques mixtos de roble andaluz y pino silvestre del ámbito prepirenaico Qf_PsPIR
Bosques mixtos de roble andaluz y carrascar montañoso Qf_QibMUN
Bosques mixtos de roble andaluz y carrascar de tierra baja Qf_QibTB
Robledos de roble pubescente Qh
Bosques mixtos de roble pubescente con otros planifolios Qh_Pl
Bosques mixtos de roble pubescente y pinos mediterráneos (pino laricio, pino piñonero o pino ródeno) Qh_Pm
Bosques mixtos de roble pubescente y pino salgareño Qh_Pn
Bosques mixtos de roble pubescente y pino silvestre Qh_Ps
Bosques mixtos de roble pubescente y carrasca Qh_Qib
Bosques mixtos de roble pubescente y encinar litoral Qh_QiiLIT
Bosques mixtos de roble pubescente y encinar montañoso Qh_QiiMUN
Bosques mixtos de roble pubescente con alcornocal y encina Qh_Qs
Carrascares montañosos QibMUN
Carrascar montañoso con pino salgareño QibMUN_Pn
Carrascar montañoso con pino silvestre QibMUN_Ps
Bosques mixtos de carrascar montañoso con robles QibMUN_Qu
Carrascares de tierra baja QibTB
Carrascar de tierra baja con pino laricio continental QibTB_PhCON
Carrascar de tierra baja con pino laricio litoral QibTB_PhLIT
Carrascar de tierra baja con pino salgareño, meridional QibTB_Pn
Bosques mixtos de carrascar de tierra baja y robles QibTB_Qu
Encinares montañosos Qii MUN
Encinares litorales QiiLIT
Bosques mixtos de encina litoral con otros planifolios QiiLIT_Pl
Bosques mixtos de encina litoral y robles QiiLIT_Qu
Bosques mixtos de encinar montañoso con otros planifolios QiiMUN_Pl
Bosques mixtos de encinar montañoso y robles QiiMUN_Qu
Bosques mixtos de encina y madroño Qii_Au
Bosques mixtos de encinar litoral y pino laricio Qii_Ph
Bosques mixtos de encina y pino salgareño Qii_Pn
Bosques mixtos de encina litoral con pino piñonero Qii_Ppa
Bosques mixtos de encinar litoral y pino ródeno Qii_Ppr
Formaciones mixtas de encina y pino insigne Qii_Pr
Bosques mixtos de encinar montañoso y pino silvestre Qii_Ps
Bosques mixtos de encinar litoral y alcornocal Qii_Qs
Robledos de roble albar Qpe
Bosques mixtos de roble albar y haya Qpe_Fs
Bosques mixtos de roble albar y otros caducifolios Qpe_Pl
Bosques mixtos de roble albar y pino silvestre Qpe_Ps
Bosques mixtos de roble albar y encina Qpe_Qii
Robledos de abedul Qpy
Bosques mixtos submediterráneos de abedul, otras frondosas y pino silvestre Qpy_Bms
Bosques mixtos de abedul y pino silvestre Qpy_Ps
Robledos de roble carvallo Qr
Bosques mixtos de roble carvallo con coníferas de montaña Qr_Co
Bosques mixtos de roble carvallo y otros caducifolios Qr_Pl
Alcornocales Qs
Bosques mixtos de alcornocal y madroño Qs_Au
Bosques mixtos de alcornocal y pino laricio Qs_Ph
Bosques mixtos de alcornocal con otros planifolios Qs_Pl
Bosques mixtos de alcornocal con pino piñonero Qs_Ppa
Bosques mixtos de alcornocal y pino ródeno Qs_Ppr
Bosques mixtos de alcornocal y encinas Qs_Qii
Bosques mixtos de alcornocal con robles Qs_Qu
Formaciones de ribera de montaña nororiental RIB_MUN_NOR
Formaciones de ribera de montaña pirenaica y prepirenaica RIB_PIR_PRE
Formaciones de ribera de tierra baja y montaña mediterránea RIB_TB
Formaciones de ribera de los tramos bajos nororientales RIB_TB_NOR
Formaciones dominadas por robinia (Robinia pseudoacacia) Rp
Formaciones dominadas por serbal blanco (Sorbus aria) Soa
Formaciones dominadas por sorbo silvestre (Sorbus torminalis) Sot
Formaciones dominadas por azarollo (Sorbus aucuparia) Sou
Formaciones dominadas por tejo (Taxus baccata) Tb
Formaciones dominadas por tilo silvestre (Tilia cordata) Tic
Formaciones dominadas por tilo de hoja grande (Tilia platyphyllos) Tip
Formaciones dominadas por olmo montano (Ulmus glabra) Ug
Cultivo c
Páramo d
Matorral m
Pasto p
Roquedal r
Edificaciones, equipamientos y servicios u

Anexo 2

Índice de las Instrucciones para la redacción de los planes simples de gestión forestal

Introducción

Capítulo 1. Datos generales y administrativos

1.1 Datos de la propiedad.

1.2 Datos de la/s finca/s.

1.3 Parcelación catastral.

1.4 Cualificaciones especiales y afectaciones.

Capítulo 2. Descripción del monte

2.1 Descripción general de la superficie ordenada.

a) Datos de situación: altitud, pluviometría, litología, exposición y pendiente.

b) Datos de vegetación y fauna: flora y fauna relevantes (singulares o protegidas).

c) Afectaciones por agentes bióticos y abióticos.

d) Incendios forestales: riesgo de incendio en el monte y factores de riesgo.

2.2 Antecedentes de gestión y objetivo general de la finca.

2.3 Infraestructuras existentes y proyectadas.

2.4 Descripción de las tipologías forestales.

a) Tipologías forestales.

b) Estructura de la masa, formaciones arbóreas y arbustivas.

Capítulo 3. Planificación

3.1 Objetivo de los rodales e itinerarios silvícolas.

3.2 Actuaciones forestales.

a) Actuaciones forestales a realizar en los rodales.

b) Construcción y mantenimiento de infraestructuras y cambios de uso del suelo.

Capítulo 4. Valoración económica

Capítulo 5. Pliego de condiciones técnicas

Capítulo 6. Cartografía

a) Plano de situación.

b) Plano topográfico de gestión.

c) Plano catastral.

Capítulo 7. Documentos específicos (si son necesarios)

a) Ficha técnica para la construcción de viales en espacios del PEIN.

b) Ficha técnica de roturaciones forestales.

Instrucciones para la redacción de los planes simples de gestión forestal

Introducción

Conceptos generales

Los planes simples de gestión forestal (PSGF) son los instrumentos de ordenación para la gestión de fincas forestales con una superficie a ordenar inferior a 25 hectáreas, de acuerdo con sus dimensiones y su viabilidad técnica y económica.

Los PSGF son de aplicación exclusiva a fincas que pertenecen a una sola persona propietaria o a una comunidad de personas en régimen de propiedad indivisa. No son aplicables a agrupaciones de distintos propietarios.

En casos excepcionales y justificables, el CPF podrá estimar el ordenar fincas que pertenezcan a diferentes persones propietarias.

Presentación

Los PSGF se deben presentar encuadernados y con el mismo índice y orden que se expone en estas instrucciones. El número mínimo de ejemplares a entregar será de 4.

Se presentará una copia del documento y cartografía en formato digital. El formato de la cartografía debe ser:

Estándar, siguiendo las directrices del Open Geospatial Consortium.

Vectorial y estructurado topológicamente: los formatos estructurados topológicamente son ficheros con relaciones topológicas (es decir, que mantienen relaciones espaciales entre objetos tales como relación de conjunto de islas, conocimiento de múltiples vacíos en el interior de polígonos, etc.). Estos ficheros están vinculados a una base de datos alfanumérica, que es la que contiene los atributos temáticos.

La topología debe ser consistente.

Las capas deben estar debidamente georeferenciadas.

Las capas deben ir acompañadas de los correspondientes metadatos de acuerdo con la directiva Infraestructure for Spatial Information in Europe (INSPIRE).

Vigencia

El plan tiene una vigencia de 15 años. Al finalizar este período, el propietario podrá revisar el documento.

La Orden MAB/394/2003, de redacción de los PTGMF y PSGF, establece que durante el período de vigencia se podrán presentar modificaciones y/o revisar el documento, de acuerdo con las previsiones que contiene.

Firmas

Los PSGF pueden ser redactados y firmados por la persona propietaria de la finca o por un/a técnico/a competente, es decir, un/a ingeniero/a técnico/a forestal o un/a ingeniero/a de montes.

La firma de personas propietarias o la de quien las representa y, si es necesario, de la persona usufructuaria deben constar al final del PSGF, en la cartografía, en el pliego de condiciones técnicas y, si las hay, en las fichas técnicas.

Si un/a ingeniero/a técnico/a forestal o un ingeniero/a de montes ha redactado el PSGF, se requerirá que conste su firma en los espacios indicados, a excepción del pliego de condiciones técnicas, y también que haga constar sus datos y el número de colegiado/a.

Capítulo 1. Datos generales y administrativos

1.1 Datos de la propiedad.

Se indican las informaciones básicas del propietario, del usufructuario y del representante legal y gestor, si es necesario.

Son propietarias las personas físicas o jurídicas, comunidades de bienes, herencias yacentes, sociedades civiles y figuras similares que sean poseedores de una propiedad por cualquier negocio entre vivos o mortis causa.

Las personas físicas o jurídicas, comunidades de bienes, herencias yacentes, sociedades civiles y figuras similares deberán elegir un representante o bien un apoderado que estará legalmente acreditado.

Por usufructuario se entiende la persona con el derecho de usufructo sobre la finca que haya poseído ese derecho por cualquier negocio entre vivos o mortis causa.

Como gestor se entiende la persona que se encarga directamente de la gestión de la finca y que se encuentra capacitada técnica y legalmente para resolver cualquier duda sobre las características de la finca y su gestión.

1.2 Datos de la finca o fincas.

Es necesario indicar el nombre de cada una de las fincas y municipios en los que están incluidos.

Teniendo en cuenta los límites definidos por el catastro, se determinará para el conjunto de la finca o fincas:

La superficie total de la finca: corresponde a las superficies agrícolas y forestales.

La superficie ordenada en el PSGF: incluye la superficie catastral forestal, la catastral agrícola que actualmente tiene un uso forestal y la superficie de cultivo donde se planifique su forestación.

Los límites de la superficie catastral que se utilizarán como base para definir la superficie ordenada en el PTGMF se deben corresponder con los límites con formato vectorial de la Dirección General del Catastro. Los límites vectoriales de los polígonos, parcelas y subparcelas se pueden descargar en la página web de la sede electrónica de la Dirección General del Catastro (http://www.sedecatastro.gob.es/).

El CPF ha redactado el tutorial “Acceso a los datos catastrales y obtención del límite ordenado del IOF”, para orientar y facilitar las faenas del técnico redactor en la elaboración de la base cartográfica del PTGMF. La web del CPF permite consultar y descargar este documento.

Este valor puede ser inferior o igual a la superficie total de la finca y está formada por la suma de las superficies de los diferentes rodales que se establezcan.

La superficie forestal, diferenciando la superficie poblada con especies arbóreas y la superficie poblada con especies no arbóreas. Estas superficies se indicarán a partir de las superficies delimitadas en la rodalización.

1.3 Parcelación catastral.

Se relacionan todas las parcelas catastrales de la ordenación del PSGF (parcelas forestales, agrícolas con uso forestal y agrícolas donde se prevea forestar). Se debe indicar municipio, polígono, parcela, subparcela y superficie.

Diferencias entre el límite catastral y el límite declarado por la propiedad:

Este espacio opcional se ofrece en el documento para poner de manifiesto las diferencias detectadas entre el límite catastral y el límite declarado por la propiedad (superficies, incorrecta delimitación, etc.).

El límite declarado por la propiedad se corresponde con la delimitación (en base a los mojones o a otros elementos distintivos) que la propiedad indica como propio y que requeriría corregir en relación con la delimitación catastral. Este límite declarado se dibujará cartográficamente en el plano de gestión.

Se pueden indicar descriptivamente las diferencias detectadas en el total de la finca, y, de forma más específica, para cada uno de los rodales determinados en la planificación y/o para las diferentes parcelas catastrales afectadas.

1.4 Calificaciones especiales y afectaciones.

Se indicará si existe algún tipo de calificación o afectación en la superficie ordenada; es necesario describirla e indicar su superficie.

La identificación de las calificaciones especiales debe señalar si se encuentra afectada por algún espacio natural protegido, su régimen de protección (espacios naturales de protección especial (ENPE), espacios delimitados en el plan de espacios de interés natural (PEIN), red Naturaleza 2000 (LIC o ZEPA), refugio de fauna salvaje, reserva nacional de caza, bosque protector, etc.) y la superficie afectada.

Así mismo, cabe señalar cualquier otra calificación especial de la finca: zonas de actuación urgente (ZAU), perímetros de protección prioritaria (PPP), otros.

En el PSGF se debe dejar constancia de si las fincas están afectadas por alguna figura de concertación con la Administración forestal (consorcio o convenio), e indicar la superficie afectada. Se aportará copia de este documento y se indicarán sus características principales.

Capítulo 2. Descripción del monte

2.1 Descripción general de la superficie ordenada.

a) Datos de situación: altitud, pluviometría, litología, exposición y pendiente (tipología del relieve).

En este epígrafe se consignarán las altitudes máxima y mínima de la finca.

Pluviometría anual. Estos datos deben corresponder al observatorio meteorológico más adecuado, tanto en localización (teniendo en cuenta que presente una altitud y orientación similar a la de la zona a ordenar) como en relación con los sistemas montañosos cercanos.

Litología: tipologías de las rocas madre presentes en la zona a gestionar.

Tipología del relieve que domina en la zona ordenada, haciendo referencia a la exposición principal y pendiente mediana.

b) Datos de vegetación y fauna: flora y fauna relevantes (singulares o protegidas).

Se relacionarán les especies vegetales más importantes de la finca, tanto por su aprovechamiento como por su singularidad o protección. También se deben relacionar las especies animales más relevantes que se pueden encontrar en la finca.

c) Afectaciones por agentes bióticos y abióticos.

Se indicará la existencia, o no, de daños provocados por agentes bióticos o abióticos, cuál es o cuáles son el/los causante/s, la dimensión de la zona afectada (superficie y porcentaje de cubierta forestal o regenerada afectada) y, en su caso, en qué rodales se localiza.

d) Incendios forestales: riesgo de incendio en el monte y factores de riesgo.

El riesgo de incendio en el monte se valorará según el Mapa de peligro básico de riesgo de incendio forestal de Cataluña definido por el departamento competente en la materia. Se indicará si el nivel es muy alto, alto, moderado o bajo.

El riesgo de incendio tipo de Cataluña se determina a partir de un mapa que permite identificar las áreas del territorio más vulnerables a los grandes incendios forestales. Esta información se describe en las Orientaciones de gestión forestal sostenible de Cataluña: herramientas para la integración del riesgo de incendio de grandes incendios forestales en la gestión forestal (la web del CPF permite consultar y descargar dicho documento).

Para asignar el valor de riesgo de incendio tipo a las diferentes zonas, se utilizan los factores siguientes: incendio tipo; periodicidad del fuego; características territoriales, de paisaje y climáticas, junto con la tipología de vegetación.

El Mapa de riesgo de incendio tipo para Cataluña identifica aquellas áreas de Cataluña con más riesgo de que se produzca un incendio tipo, e incorpora información sobre el tipo de fuego más probable que se puede dar y sus principales características de comportamiento, patrón de propagación y posibilidades de control.

Se trata de un mapa que responde al actual contexto de territorio y paisaje forestal y que podrá ser adaptado en el futuro, a medida que se produzcan cambios importantes en el paisaje y en la configuración estructural de los bosques de Cataluña. Así, por ejemplo, los fuegos de convección caracterizados por velocidades de propagación e intensidades de frente elevadas, cuyo potencial es determinado por la continuidad de combustible y la duración del episodio sinóptico, se concentran en aquellas zonas con gran continuidad de bosques y estructuras forestales con acumulación y continuidad vertical de combustible, sobre todo sobrevenida en las últimas décadas. En estos casos, con la gestión forestal se puede retornar a paisajes más resistentes a los incendios forestales y modificar el nivel de riesgo de incendio tipo en zonas actualmente afectadas por incendios de convección.

Este mapa diferencia 4 niveles de riesgo: muy alto riesgo, alto riesgo, riesgo moderado y bajo riesgo.

Factores de riesgo: este espacio descriptivo se habilita por si en la finca o a su alrededor existen puntos o elementos de alto riesgo de inicio de fuego, como vertederos incontrolados o no condicionados, vías de ferrocarril, áreas de picnic espontáneas o ordenadas de manera inadecuada, líneas eléctricas, etc. (de acuerdo con su importancia, deberán quedar reflejados en la cartografía).

2.2 Antecedentes de gestión y objetivo general de la finca.

Breve descripción de la gestión efectuada en la superficie objeto de ordenación hasta la fecha, especialmente centrada en el espacio forestal, de acuerdo con las posibilidades de la finca y las necesidades y los objetivos de gestión planteados por la propiedad.

2.3 Infraestructuras existentes y proyectadas.

Se codificarán y tipificarán las infraestructuras actuales y proyectadas (viarias, puntos de agua y líneas de defensa contra incendios), indicando las medidas y las características técnicas requeridas o necesarias para su construcción.

Infraestructuras viarias existentes y proyectadas: se indicarán las características técnicas constructivas, de mejora o mantenimiento, se medirán en metros y se codificarán de la forma siguiente:

Caminos principales: se diferenciarán con la simbología “PR”, seguida del número que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de vía) y la letra “E” o “P”, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

Caminos primarios: se diferenciarán con la simbología “PM”, seguida del número que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de vía) y la letra “E” o “P”, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

Caminos secundarios: se diferenciarán con la simbología “SC”, seguida del número que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de vía) y la letra “E” o “P”, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

Caminos de desembosque: se diferenciarán con la simbología “DB”, seguida del número que corresponda (se debe efectuar una numeración correlativa de la misma tipología de vía) y la letra “E” o “P”, según se trate de un camino existente o proyectado para su construcción.

La numeración en cada una de las categorías de caminos será correlativa; se iniciará por los existentes y continuará por los proyectados.

Puntos de agua: deben describirse claramente las características de construcción y mejora para la prevención de incendios (que deben garantizar el acceso a helicópteros y camiones) y su capacidad en metros cúbicos.

Se diferenciarán codificándolos con la simbología “PA“, seguida del número que corresponda (debe hacerse una numeración correlativa) y la letra “E” o “P”, según se trate de un punto de agua existente o proyectado.

Líneas de defensa contra incendios: el mantenimiento o abertura de líneas de defensa contra incendios (cortafuegos, franjas de protección, etc.) se diferenciarán, y se indicarán las características de tratamiento de la vegetación y el sotobosque y la superficie delimitada en hectáreas.

Se diferenciará cada una de ellas con la simbología “T”, seguida de un número, de acuerdo con la cantidad total que se haya previsto realizar y las que existan. Esta diferenciación deberá corresponderse con el plano de gestión.

Para realizar una descripción técnica de los caminos de nueva construcción planificados, se deberá presentar una ficha normalizada como anexo para cada una de las tipologías de pistas proyectadas diferenciadas por el código que corresponda. Estas fichas permiten describir las características técnicas de construcción y de acondicionamiento de los distintos tipos de viales proyectados, para poder realizar un correcto seguimiento en su ejecución (la página web del CPF permite consultar y descargar estos modelos de fichas).

2.4 Descripción de las tipologías forestales.

a) Tipologías forestales y rodales:

Se debe efectuar una división de la superficie ordenada en rodales, a los que se asignará un numero correlativamente con el objetivo de identificar formaciones forestales homogéneas, tanto las arboladas como las no arboladas, teniendo en cuenta su composición específica, la calidad de estación y, para los rodales arbolados, también las características básicas de la masa (estructura...), o bien por necesidades de gestión justificadas.

Los rodales son espacios forestales de superficie variable con unas características de estación y de masa homogéneos, que podrán recibir un mismo tratamiento de acuerdo con los objetivos fijados por la propiedad.

Para cada uno de los rodales arbolados, se deberá escoger la especie arbórea característica (la especie principal del rodal, la dominante o la de más potencial). Una vez seleccionada la especie principal, se escogerá la descripción de la formación forestal que mejor se ajuste de acuerdo con las opciones disponibles, la calidad de estación y la cabida en hectáreas.

La descripción de la formación forestal se corresponde con las tipologías de especies forestales definidas en las Orientaciones de gestión forestal multifuncional de Cataluña (ORGEST). Una vez se escoja una formación forestal, esta formación quedará codificada.

Las zonas de pastos existentes, matorral, zonas de rocas, baldíos u otras formaciones sin arbolado se indicarán en el apartado de especie característica como “no arbolado”, y se describirá la tipología de uso que se asigna al rodal.

Las zonas de pasto existentes o las que se desea transformar en pastos, o de forestal a agrícola mediante la roturación, se delimitarán mediante rodales diferenciados, indicando los parámetros que más claramente reflejen el estado forestal actual.

Si hay presencia de especies arbóreas, se indicarán en el apartado b) Estructura de la masa, formaciones arbóreas y arbustivas.

Estos rodales quedarán claramente delimitados y numerados en la cartografía de gestión del PSGF.

La calidad de estación de la formación forestal vendrá determinada por la especie dominante y se podrá definir como: alta, mediana o baja.

b) Estructura de la masa, formaciones arbóreas y arbustivas:

Se describirán cada uno de los rodales definidos en el PSGF que tengan especies arbóreas o arbustivas, según el caso, con los campos de información: estructura de la masa, formaciones arbóreas y/o formaciones arbustivas.

Para los rodales con pastos u otras formaciones herbáceas, la descripción del estado forestal se puede realizar o completar a partir del campo de observaciones.

Estructura de la masa:

La descripción se determina a partir de la vulnerabilidad a los incendios forestales de copa cuando exista un riesgo elevado de incendios en el monte y la estructura de la masa según su forma principal de masa, composición específica y distribución espacial.

Vulnerabilidad a los incendios forestales:

Viene definida por las principales variables silvícolas/estructurales del rodal y su relación con el comportamiento del fuego y la mortalidad de los árboles.

La vulnerabilidad analiza la disposición del combustible en el espacio y la relaciona con el tipo de fuego de copas más probable que se pueda dar en el rodal definido.

Se identificarán tres clases de vulnerabilidad: alta, moderada o baja.

Esta información está descrita en el Manual de orientaciones de gestión forestal sostenible (ORGEST), que publicitará el departamento competente.

La estructura de la masa se describirá en base a tres conceptos:

forma principal de la masa (coetánea, regular, semirregular, irregular),

composición específica (homogénea, heterogénea mezclada pie a pie, heterogénea con vuelo y subvuelo, heterogénea por rodales),

distribución espacial (uniforme, diseminada en rodales aislados, bosquetes o golpes, diseminada en individuos aislados).

Formaciones arbóreas:

De acuerdo con los objetivos establecidos por la propiedad y las posibilidades de gestión que se den en cada una de los montes a gestionar, se llevará a cabo una estimación pericial con el objetivo de obtener unos valores medianos de referencia a nivel de rodal (para una mejor interpretación, en determinados casos, se indicará un intervalo de valores). Esta valoración, si se considera necesario, podrá ayudarse de los instrumentos de medición forestales.

Se describirán los parámetros siguientes para cada una de las especies forestales presentes en los rodales definidos en el PSGF:

Densidad (pies/ha): medida en número de árboles por hectárea.

Fracción de cabida cubierta (%): porcentaje del suelo que queda cubierto por las copas del total de especies de la unidad de actuación; no puede ser en ningún caso superior al 100%.

Diámetro (cm): diámetro de un árbol a pie de cañón medido a 1,30 m del suelo. Se indicará el diámetro medio del rodal.

Media de la altura (m): media de la altura del rodal.

Edad (años): en el caso de bosques regulares, debe hacerse una estimación de la edad del arbolado.

Área basal (m2/ha): en la gestión de masas regulares, un parámetro representativo del estado de la masa es el área basal, que se define como la suma de las secciones del cañón de los árboles medidos a 1,30 m de altura. El área basal se mide en m2/ha y depende del número de árboles (densidad) y de sus diámetros.

Volumen (m3/ha): se debe indicar un valor de las existencias actuales en m3/ha para cada una de las formaciones arbóreas consideradas.

Si en la redacción de un PSGF, por las características de la finca o la naturaleza de los objetivos de ordenación planteados, esta estimación cuantitativa no justifica que se determinen todos los parámetros indicados, no se utilizarán los apartados que correspondan.

En cualquier caso, se considera obligatoria la descripción de los parámetros de densidad, fracción de cabida cubierta, diámetro medio y altura media.

Formaciones arbustivas:

Se indicarán las características del estrato arbustivo, indicando la formación arbustiva principal (especie/s dominante/s), la fracción de cabida cubierta (%) y la altura media (m).

Se habilita un apartado de observaciones para facilitar una mejor descripción del rodal en caso de que el redactor lo considere necesario. En el caso de los rodales de pastos, se utilizará para poder elaborar una descripción de su estado forestal.

c) Otras características descriptivas.

En este apartado, se indicarán todos los aspectos descriptivos o los datos que se considere necesario incluir para completar y hacer más comprensible y/o justificar las descripciones de las tipologías forestales, la elección de objetivos y la planificación de actividades.

Capítulo 3. Planificación

3.1 Objetivo de los rodales e itinerarios silvícolas.

Para cada una de las formaciones incluidas en los distintos rodales, se describirá:

Objetivo principal: se debe indicar el objetivo u objetivos principales a medio y/o largo plazo para cada rodal, de acuerdo con su estado y potencial forestal.

Es necesario indicar si el objetivo es productor (aprovechamiento de productos de la madera, corcho, pasto, otros productos no madereros), ambiental (gestión para la prevención de incendios, gestión de catástrofes naturales, protección del suelo, mantenimiento y mejora de espacios para especies de flora y fauna, protección, etc.) y/o social (paisajístico, usos recreativos, conservación de elementos singulares, etc.).

En caso de que se plantee más de un objetivo en el mismo rodal, se deberán establecer las medidas de compatibilidad entre los diferentes objetivos establecidos para la misma superficie ordenada.

Modelo de gestión silvícola: de acuerdo con los objetivos fijados, se tendrá que definir la estructura objetivo (o ideal) de la masa en cada rodal, es decir, la forma fundamental de masa (irregular, semirregular, regular) y la composición específica de la masa objetivo (especie principal o dominante, y especies secundarias y acompañantes).

Se debe determinar el modelo de gestión describiendo sus características técnicas: planificación de la evolución de la masa a lo largo del tiempo (distribución diamétrica, evolución de densidades), así como el tipo, el criterio y la periodicidad de las cortas, en función del tratamiento silvícola escogido.

Para los rodales en zonas no arboladas, igualmente se deberá planificar y justificar el conjunto de tareas necesarias para lograr el objetivo escogido o para el mantenimiento o mejora del espacio forestal. En caso de prever reforestación o forestación, se deberán describir las características técnicas básicas del modelo de gestión a instaurar.

Cuando el modelo silvícola se corresponda con los descritos y codificados por las ORGEST, se indicará el código establecido.

El departamento de la Generalidad de Cataluña competente en la materia publicitará esta información.

Itinerario silvícola o de gestión: de acuerdo con el objetivo y modelo de gestión silvícola establecido, debe indicarse qué gestión se propone para dirigir la masa forestal actual hacia la estructura objetivo, indicando las actuaciones silvícolas que se proponen o programan.

Es necesario describir durante los 15 años de vigencia del PSGF, a partir del estado forestal actual y mediante unas normas silvícolas claras y concretas (tanto cualitativas como en parámetros cuantificables), la propuesta de gestión, indicando la estructura forestal que se quiere lograr. Asimismo, se debe indicar si hay prioridades de corta y/o condicionantes que las limiten.

Cuando el objetivo establecido comporte un cambio de uso del suelo, de forestal a agrícola, se describirá la actuación por medio de la Ficha técnica normalizada de roturaciones forestales. Se diferenciarán una por una, tanto en el documento como en la cartografía de gestión, con el símbolo “R” seguido de un número.

Cuando la planificación del rodal prevea como objetivo transformar el estado actual forestal para implantar pastos, será necesario describir si se logrará progresivamente (mediante un itinerario silvícola) y qué actuaciones se prevén para su ejecución.

3.2 Actuaciones forestales.

Se diferenciarán las actuaciones forestales a realizar en los rodales de las actuaciones de construcción y mantenimiento de infraestructura y cambios del uso del suelo.

También se diferencian, en cada uno de los casos, las actuaciones planificadas que serán objeto de notificación obligatoriamente de las que se pueden ejecutar sin notificar. Para facilitar el seguimiento del PSGF y las tareas planificadas, se indicará el año previsto de realización de las actuaciones o bien la periodicidad con que se repetirán.

a) Actuaciones forestales a realizar en los rodales.

De acuerdo con el itinerario silvícola descrito para cada rodal, se planificarán aquellas actuaciones que se consideren necesarias de aprovechamiento y/o mejora para lograr el/los objetivo/s durante la vigencia del PSGF.

b) Construcción y mantenimiento de infraestructuras y cambios de uso del suelo.

Es necesario planificar las propuestas de actuaciones de nuevas infraestructuras o mantenimiento de las existentes, así como los cambios de uso del suelo. Estas actuaciones no van asociadas a un rodal concreto, sino que se trata de actuaciones planificadas a nivel de finca.

Las actuaciones que serán objeto de notificación son:

Aprovechamientos y mejora. Aclareo; aclareos de mejora; corta selectiva; corta preparatoria; corta aclaradora; corta diseminadora; tala a matarrasa; corta final; corta sanitaria; corta de vegetación afectada por nevadas; corta de vegetación afectada por incendios; corta de vegetación afectada por ventadas; corta de vegetación afectada por sequía; corta de vegetación afectada por granizo; corta de mantenimiento de infraestructuras y elementos singulares; desarraigo de árboles y arbustos.

Corcho. Descorche; desbornizado.

Plantaciones. Reforestación por plantación; reforestación por siembra, forestación por siembra.

Infraestructuras. Construcción de caminos principales; construcción de caminos primarios; construcción de caminos secundarios; construcción de caminos de desembosque; abertura de líneas de defensa; construcción de puntos de agua.

Cambio de uso. Transformación en pastos; adehesamiento; roturaciones.

Las actuaciones que no serán objeto de notificación son:

Plantaciones. Reposiciones fallidas; mantenimiento de las reforestaciones/forestaciones.

Corcho. Rayado de corcho; tratamientos fitosanitarios.

Actuaciones de mejora forestal. Selección de retoños sin aprovechamiento comercial; acordonado y troceado de restos de incendios; desbroce a ambos lados del camino; mantenimiento de líneas de defensa; eliminación de restos; podas de formación; podas de fructificación; podas bajas; podas altas.

Aprovechamientos. Aprovechamiento de leña para consumo propio.

Infraestructuras. Acondicionamiento de caminos principales; acondicionamiento de caminos primarios; acondicionamiento de caminos secundarios; acondicionamiento de caminos de desembosque; acondicionamiento de puntos de agua.

Capítulo 4. Valoración económica

Se describirá la viabilidad económica de la planificación propuesta a partir del cálculo de los gastos asociados a la ejecución de las actuaciones planificadas (puesta en producción, infraestructuras, plantaciones, trabajos de mejora, trabajos de explotación, etc.) y de los ingresos correspondientes por los productos o bienes que se prevén obtener.

Capítulo 5. Pliego de condiciones técnicas

El PSGF incorporará un conjunto de prescripciones técnicas, de obligado cumplimiento, en el momento de la ejecución de las distintas actuaciones planificadas.

Con su firma, la propiedad se declara conocedora de las condiciones técnicas referidas y las acepta, a la vez que se compromete a observarlas en la ejecución de las actuaciones.

Capítulo 6. Cartografía

La cartografía básica del PSGF consta de los planos siguientes:

a) Plano de situación de la finca a escala 1:50.000 o 1:25.000 en el que se dibujarán los límites de la finca, los caminos de acceso y su conexión a la red viaria general, y las zonas sometidas a calificaciones especiales.

b) Plano topográfico de gestión a escala 1:5.000, en el que se deben indicar los datos siguientes:

Fecha de realización.

Georeferencia UTM.

Límite de la finca.

Límite ordenado.

Límite declarado por la propiedad (opcional).

Límite del/de los rodal/es.

Límite de espacio protegido (en caso de estar afectada la superficie ordenada).

Límite de la figura de concertación (en caso de estar afectada la superficie ordenada).

Infraestructuras.

Caminos. Diferenciados y codificados según el tipo viario que corresponda.

Puntos de agua: existentes y planificados (diferenciados con su código).

Líneas de defensa: existentes y planificadas (diferenciadas con su código).

Roturaciones. Deben diferenciarse con un código y una trama.

Se debe presentar la cartografía diferenciando, mediante un código de colores, zonas de vegetación, campos, etc., para que se pueda contrastar el estado actual forestal.

c) Plano catastral. Es necesario indicar los límites de la finca y localizar exactamente las parcelas catastrales. En el caso de roturaciones planificadas, es necesario localizarlas y delimitarlas.

Con el objetivo de facilitar la elaboración de los mapas de gestión y situación y cumplir los requisitos referentes a la entrega de la cartografía en formato digital del apartado de presentación de estas instrucciones, el Centro de la Propiedad Forestal ha desarrollado un protocolo de digitalización de cartografía basado en el programa MiraMon. Dicho protocolo prevé el uso de una estructura de carpetas y ficheros necesarios para editar la cartografía, unos procedimientos automáticos establecidos para estructurar la información y un sistema de impresión.

Capítulo 7. Documentos específicos (cuando sea necesario)

a) Ficha técnica para la construcción de viales.

En el caso de planificar la construcción de caminos, esta ficha incluirá las características técnicas generales y particulares del vial y las obras y elementos auxiliares de la construcción.

b) Ficha técnica de roturaciones forestales.

En caso de planificar cambios de uso del suelo, de forestal a agrícola, se deberá adjuntar una ficha normalizada, facilitada por el Departamento de Medio Ambiente y Vivienda, que incluirá, como mínimo, las características iniciales de la zona a roturar, la vegetación existente y los productos obtenidos y las características ejecutivas.

Es necesario indicar que las zonas roturadas previstas deben estar planificadas y señaladas de forma clara en la cartografía de gestión.

c) Otros.

En caso de necesidad a causa de cualquier aspecto de propuesta de planificación que no encaje en el documento o requiera más espacio para argumentar y justificar la propuesta.

Date: 
Monday, 30 May, 2011