Los notarios forman parte de un cuerpo único estatal adscrito al Ministerio de Justicia y bajo el control y la inspección del Colegio de Notarios y de la Dirección General de los Registros y del Notariado.
El número de notarías existente en Catalunya se regula en el marco de la demarcación notarial que establecen coordinadamente el Departamento de Justicia de la Generalitat de Catalunya y el Ministerio de Justicia. Cada cinco años, si se considera necesario, y siempre cada diez años, se procede a una revisión de la demarcación para ajustar las necesidades reales a los núcleos de población y al volumen de actividad generado para alcanzar lo mejor servicio a la ciudadanía.
Existen 34 distritos notariales - 17 en la provincia de Barcelona, 6 en la provincia de Girona, 6 en la provincia de Lleida y 5 en la provincia de Tarragona -. Cada uno de ellos cuenta con un Delegado y Subdelegado, que apoyan en la Junta Directiva en el ejercicio de sus funciones al territorio.
El Colegio es gobernado por la Junta General, formada por la totalidad de los notarios en activo en Cataluñaa, la Junta Directiva, con mandatos por periodos de cuatro años, y el Decano, elegido igualmente de manera directa.
El acceso a la profesión y la remuneración
El Acceso a este cuerpo tiene lugar mediante una oposición, que se convoca aproximadamente cada dos años a nivel nacional.
Una vez obtenido el título los notarios, y en función de las plazas vacantes y la nota obtenida, toman posesión a la correspondiente localidad.
La remuneración se regula por el arancel que fija el Gobierno, o sea, es el Ministerio de Justicia quién fija el coste de los documentos notariales.
El Notariado y el país
El Notariado goza, gracias a su talante, de un prestigio social y un arraigo remarcables adquirido de una manera continuada mediante la redacción rigurosa de los documentos y el asesoramiento imparcial que los notarios prestan todos los días a la ciudadanía en el lugar y en el momento clave en que se otorgan los actos y negocios jurídicos de mayor trascendencia personal y patrimonial.
Este arraigo se ha puesto de manifiesto de una manera especial en Catalunya, donde la sociedad civil tiene un gran dinamismo y vitalidad y donde el Notariado ha contribuido de una manera decisiva a la conservación y a la evolución autónoma del derecho privado: desde el siglo XIII y XIV en que por medio de la práctica notarial se introdujo el Derecho Romano y se creó el Derecho marítimo más rico de la Mediterránea, hasta el siglo XX, en que la participación del notarios en la elaboración de la Compilación de 1960 o en el proceso de renovación del Derecho civil iniciado el 1984 y que está culminante en la redacción del Código Civil de Catalunya ha sido relevante y significativa, pasante por los periodos en que el país ha sido falto de instituciones legislativas propias y el Notariado ha adaptado a la realidad cambiante de cada momento las leyes antiguas.
Por otra parte, hasta bien entrado el siglo XIX, el Notariado catalán mantuvo vivo el uso de la lengua catalana en la documentación jurídica junto con el latín y, a partir del siglo XVIII, del castellano. Y ahora contribuye a recuperarla de acuerdo con la voluntad de los otorgantes.
Finalmente, los notarios han tenido a menudo una intervención relevante en la vida pública catalana, sobre todo en el ámbito jurídico, pero también en el político, en el económico y en el cultural. En este sentido, basta con remarcar las personalidades de Félix M Falguera, Antoni Par, Ramon Faus Esteve, Enric Gabarró, Raimon Noguera, Lluís Figa Faura, Josep M. Puig Salellas o Lluís Roca-Sastre Muncunill, todos ellos exdecanos.
La realidad de hoy
Hoy, el Colegio de Notarios, como también el Notariado, es una institución moderna y abierta a todos los cambios sociológicos, institucionales, jurídicos y tecnológicos del cambio de siglo. Así, los notarios
- han querido adaptarse a las nuevas necesidades de la contratación actual y hacerse garantes de los derechos de los consumidores y del más estricto cumplimiento de la legalidad, tanto en la contratación bancaria como en las ventas empresariales de viviendas
- se han integrado de buen grado en la nueva estructura territorial del poder que resulta del Estado de las autonomías, colaborando lealmente con la Generalitat de Catalunya en todos los campos en que han sido requeridos
- se han habituado a los cambios legislativos constantes en materia civil, mercantil o fiscal en beneficio de la seguridad en el tráfico jurídico y la agilidad de las transacciones empresariales
- se han sumado al uso de las nuevas tecnologías en la profesión, no sólo con una informatización avanzada de las oficinas notariales, sino también por medio del uso de la firma electrónica y los medios telemáticos para facilitar a la ciudadanía y a las administraciones públicas el cumplimiento de la multiplicidad de trámites y de obligaciones administrativas y fiscales que exige la legislación vigente,
todo ello sin olvidar una atención especial hacia las situaciones de las personas más necesitadas de tutela y atención jurídica, como son, entre otros, las personas discapacitadas y en situaciones de vulnerabilidad o dependencia.
La promoción del estudio del Derecho y de la historia
En el marco de su actividad cultural, el Colegio edita dos revistas. Una, de periodicidad anual, es “Estudios históricos y archivos de protocolos” que, con el soporte de la Fundación Noguera, publica estudios de historia del derecho, del arte, de la economía y de las costumbres realizado sobre la base de la documentación notarial. La otra, “La Notaría”, de periodicidad trimestral, es la revista jurídica más antigua de España. Desde el inicio de su última etapa, el año 2010, recoge artículos de opinión, de actualidad, entrevistas, estudios, reseñas y legislación de interés para el ejercicio de la función notaría.
Aún en este mismo ámbito de la formación jurídica continuada, el Colegio, por medio de la llamada Comisión de Cultura, organiza periódicamente jornadas de estudio y de debate, conferencias y sesiones internas de trabajo sobre temas de actualidad y de interés. También colabora con las universidades catalanas en la organización de cursos de posgrado, como son el de Derecho urbanístico, de la Universidad Pompeu Fabra, o el de Derecho privado y documentación, de la Universidad Internacional de Catalunya. Igualmente, colabora con las universidades de Barcelona y Autónoma de Barcelona en los practicum externos para estudiantes en prácticas, con la Universidad de Girona a la que apoya para la organización de las Jornadas de Derecho Civil Català en Tossa, y con la Universidad Rovira virgili, de Tarragona con la que coorganiza los Congresos de Derecho Civil Català de Tarragona.
El Colegio cuenta con una biblioteca jurídica especializada en las materias de derecho notarial, civil, mercantil e hipotecario para uso de los notarios, pero abierta, también, al público especializado que lo solicita.
La Fundación de los Notarios de Cataluña
El Colegio da amparo a la Fundación de los Notarios de Cataluña, entidad sin ánimo de lucro que recoge toda la acción social de los notarios de Catalunya y tiene como principal objetivo dar ayuda y soporte a colectivos desfavorecidos y vulnerables, necesidades de especial protección jurídica y social.